Un hotel de estilo aristocrático y con mucha historia en pleno centro de la castellana. Mi experiencia en el hotel es doble. Por un lado, un evento de empresa en el bonito jardín que tienen en la parte interior. En este caso, no me gustó nada el catering que ofrecieron. Por otro lado, estuvimos disfrutando una bonita tarde en el spa del hotel. En cuánto a las instalaciones del spa, no son realmente lo que se espera del hotel. Una piscina jacuzzi, una sauna y un baño turco, poco más. Sin embargo, nos dimos un masaje corporal y en este caso sí fue muy bueno.
Miriam B.
Tu valoración: 1 San Francisco, CA
Stay away from this hotel! We stayed there for 1 night and was robbed by one of the hotel staff. We went to dinner and someone came in our room and took my husbands wallet. They charged up $ 3,000. dollars on 2 credit cards. We complained and nobody seem to be that concerned. The manager didn’t call us back for 4 days and seemed like he didn’t care either. It looks like a nice hotel, but Beware there are robbers there.
Surfer
Tu valoración: 3 Weimar, Thüringen
Das Hotel verströmt einen etwas morbiden Charme. Es hat sicherlich schon einmal bessere Zeiten gesehen, die Fußböden sind arg abgewetzt. Das Bad in meinem Zimmer war aber modern. Sauber waren das Zimmer auch. Das Frühstück war nicht gerade ein Highlight; Orangensaft aus der Flasche ist nicht gerade Hotelstandard, schon gar nicht in Spanien. Der Straßenlärm ist aufgrund der zentralen Lage auch bei geschlossenem Fenster deutlich wahrnehmbar. Aber vielleicht lag es daran, das mein Zimmer zum Paseo de la Castellana hin war. Ggfs. Zimmer nach hinten raus verlangen.
Makoka
Tu valoración: 5 Leganés, Madrid
Me encantan las terrazas para cenar en Madrid en verano, pero la terraza del Miguel Angel es un overpromise. No está a la altura de su precio ni de su comunicación. Se trata de un jardín un tanto espartano, sin fuentes, agua ni encanto. Ni siquiera se han molestado en ocultar el cableado eléctrico o las máquinas de aire acondicionado del hotel. Las velas que ponen en las mesas son eléctricas imitando velas de verdad, pero con pilas. Cada vez que suena el teléfono se oye un increíble timbrazo en todo el jardín, como si fuese la salida de un garaje o algo así. El servicio es muy amable y cortés pero tienen fallos que un sitio que cobra a 70 euros la cena no puede tener. Fuimos con gente de fuera de España y al comienzo de la cena pidieron una copa de champán. Sin avisar sirvieron directamente una copa de cava, no tenían champán. Personalmente no me gusta ni el cava ni el champán, pero si alguien quiere champán hay que servir champán, digo yo.