Conocía de la existencia de este restaurante desde hacía tiempo pero nunca había ido. Ya había probado la comida etíope con anterioridad en otros locales de la capital, una comida que pasó a ser de mis favoritas desde que la probara hace unos años en un restaurante de Roma. El restaurante es austero en su decoración y su carta tremendamente parecida a la de otros etíopes de Madrid. Entrantes y opciones de pollo, ternera, cordero y vegetales. Nos decidimos por una fatira, una torta de trigo con huevo revuelto de entrante. Un sabor suave a la espera del especiado de los segundos. El plato no estaba mal, suavecito. Como platos principales nos decidimos por un key wot, una ternera estofada con especias de Etiopía y un variado de verduras y legumbres. Como es costumbre en estos restaurantes la comida se presenta sobre una injera, una torta tipo crêpe realizada con un cereal llamado teff, apto para celíacos con un sabor un tanto ácido si lo comparamos con el de la harina de trigo, pero interesante. La carne del key wot estaba bien cocinada pero el plato tenía un sabor muy fuerte como de pimentón lo que mataba el sabor de las otras especias. En cuanto a los vegetales, estaban todos bastante sosos a excepción de las lentejas rojas, las cuales estaban bastante buenas. Para acabar me decidí por un café etíope, el café del país que inventó esta infusión. Es un café que se toma solo y que apenas necesita azúcar por su buen equilibrio entre acidez y dulzura. La atención fue bastante correcta y el tiempo de servicio muy rápido, eso sí. El precio es bastante ajustado, la verdad, muy interesante, pero la comida no me gustó mucho, creo sinceramente que hay opciones mejores de cocina etíope en Madrid.
Carmen F.
Tu valoración: 4 Madrid
Buscando nuevas experiencias dije. «anda, menú degustación etíope para 2 personas por 12 euros en Groupón… Why not?» y allá que me la jugué y arrastré a un amigo a ello. No he sido nunca muy amante de la comida exótica, pero creo que mi falta de fondo monetario para poder viajar y ver mundo me ha hecho abrir la mente e indagar por mi ciudad en restaurantes con gastronomía típicas y tradicionales de lugares que creo que no tendré la suerte de probar in situ. Así que en mi labor de probar manjares nuevos ántes de morir, un etíope lo ví una de las mejores opciones para ello. Además, tenía muchíiiiiiiisima curiosidad en saber cuál es la comida típica en Etiopía. Y allá que fuimos. Situado en pleno Malasaña, ántes de entrar y ya con mis prejuicios en el estómago decidimos hacer una parada en el Lizarrán que está al lado a por un par de cañas y pintxos… por si acaso la jugada en el etíope nos salía mal XD El sitio es bastante sencillo, en las paredes cuelgan cuadros tradicionales, fotos, hay estanterías con objetos típicos(o eso quise pensar) y el salón tiene unas cuantas mesas que ese día estaban ocupadas por curiosamente parejas que iban con la misma oferta. Es bastante acogedor, la verdad. La camarera muy amable nos sentó en la mesa de la reserva y durante la estancia fue bastante agradable y atenta. La oferta-menú constaba de: entrantes, plato principal, pan, bebida y postre. Todo para compartir. Salvo la bebida XD Pedimos cerveza(y no era etíope, lástima!). Recuerdo que la camarera nos ofreció si queríamos cubiertos o no. Y ahí vino mi chip de «…er… what?» y entre risas le dijmos que si, que mejor tener unos cubiertos por lo que pueda pasar… tan alocados no estábamos! De entrantes si mal no recuerdo escogimos las empanadillas o «Sanbussas», rellenos de verduras y carne(no quise preguntar de qué.) con una pequeña muestra de una salsa que picaba. Y mucho! como no soy muy amante del picante es lo único que me pude quejar. Pero ojo, bastante buenas en general. Vamos bien. Como plato principal a compartir nos trajeron un plato grande con un montón de cositas, una mezcla de los platos de toda la carta. Tirando de archivo: «Doro wot», «Miser Wat», «Key Wot»… vamos, todo carne picada, ternera estofada, huevo, verduras y todo con salsas, especies y berber con el pan etíope a modo pan de pita o tortita para hacer«modo pringue»(si, yo soy muy de esto) o para lo que era, para acompañar mientras pruebas cada cosa. Me gustó todo! Y de postre fueron unos pequeños pastelitos a modo empanadillas de pasta de nueces y miel. El nombre ya ni tirando de archivo jajaja También not bad. Como era todo para compartir no sales muy lleno, pero como estaba riquísimo salimos bastante contentos para lo que podría haber sido. Quizá fuimos con la idea contraria y al salir pensando diferente nos gustó más aún. Sin duda, fue una de las mejores experiencias culinarias que pasé el año pasado y me le guardo en favoritos porque nunca se sabe si volveré y corroborarlo. O fue el éxtasis del momento.
Carlos M.
Tu valoración: 3 Madrid
Estuve en este restaurante etíope hace unos años y pensé que lo Unilocaleé entonces, hoy he vuelto y al hacer checkin he descubierto que no tenía ningún comentario. Me ha parecido raro, pues lleva muchos años en plena calle Manuela Malasaña y este barrio es coto Unilocaler. Así que pongo fin a este olvido imperdonable e injustificado, pues un lugar tan original y auténtico merece estar reseñado aquí. No se trata de un restaurante caro ni de diseño, lógico pues Etiopía es un país pobre. Es un lugar acogedor y sencillo donde puedes comer un menú por 12 euros y descubrir la curiosa cocina de este país africano. Los entrantes que hemos tomado eran sambusas(parecidas a las samosas indias, crujientes masas rellenas de verduras y carne) y huevos revueltos con torta troceada. Los platos principales, cordero y ternera salteados con pimientos y especias, acompañados de un curioso pan blando y amargo. De postre, baclavas deliciosas como las árabes, que nos recuerdan que Etiopía es un país musulmán. El etíope que atiende es amable y el ambiente agradable, gracias a la música de fondo y los detalles decorativos del país. La comida es diferente y está rica, aunque tampoco es exquisita. El precio del menú está bien y no sales muy lleno. En fin, un lugar recomendable para ir de vez en cuando y trasladarte a lo más profundo del África negra sin salir de Malasaña.