Tristemente tengo que comentar que he dejado de ser cliente de esta tintorería. He llevado millones de cosas allí por temas de trabajo y la última vez que llevé algo me lo estropearon sin darme ninguna opción. Lo que pasó es que llevé un top que nos cedieron de una tienda para un evento, y solamente quería que lo lavasen para quitarle el olor y poder devolverlo en perfectas condiciones. Lamentablemente me lo devolvieron con manchas y con un tono grisáceo en vez de blanco, que era su color. Me lo volvieron a lavar y ahí seguía ese color y las manchas. Por lo que les pregunté si tenían seguro, ya que en la tienda me hacían pagar la prenda(no diré el precio pero era alto) Una de las trabajadoras me dijo que sin problema y cuando fui con el ticket de la prenda me dijo otra que no, que el seguro no se hacía responsable. Así que sólo me quedó ponerle una hoja de reclamaciones y pagar la prenda. Una pena porque nos dejábamos un buen pastizal en prendas allí, así que lo llevaremos a otra que sean mucho más efectivos a la hora de solventar problemas.
Alejandra R.
Tu valoración: 4 Madrid
No se cómo lo hago pero siempre que algo me gusta en una tienda, acaba siendo de tintorería. Pero claro, de esto sólo me doy cuenta cuando ya lo he estrenado y toca lavar: demasiado tarde. Así que buscando una tintorería que no estuviera muy lejos de casa(la vagancia me caracteriza) encontré ésta y la verdad es que desde entonces siempre voy allí. He llevado vestidos de seda(con miedo, lo reconozco), abrigos, jerseys de lana, prendas con apliques de cuero… Vamos, un poco de todo y siempre me ha quedado todo bien. El sistema de recogida de prendas no puede ser más cómodo. Sin esperar a que te atiendan, recoges tus cosas con la ayuda de una tarjeta y un carrusel automático.
Lolo R.
Tu valoración: 4 Madrid
No sé qué sucedió el año pasado, que a todo el mundo le dio por casarse. Y yo, que no soy mucho de llevar traje continuamente, pues tuve que hacer varias visitas a la tintorería, no me quedó otra. En pleno agosto y con la mitad de las tintorerías de mi zona cerradas por vacaciones o sin poder darme una fecha antes del evento para dejarme el traje limpio, recurrí a la sabiduría popular de mis amigos. Y uno de ellos me recomendó H3O. La localización es de lo más conveniente(aunque luego me tocó coger un taxi hasta mi casa con el traje, pero hay que reconocer que está en pleno centro) y, sobre todo, lo mejor es su horario: está prácticamente abierta todo el día, doce horas, como las farmacias. Una vez que entregué el traje, me dieron una tarjeta magnética. Al día siguiente, volví a recogerlo y tengo que reconocer que el proceso fue súper rápido: metí la tarjeta en la ranura, la máquina buscó sola mis prendas(esto es lo mejor, la verdad, porque además ves todo el proceso) y treinta segundos después se abría una portezuela para que recogiese mis pertenencias. La camisa estaba perfectamente almidonada y planchada, y la corbata quedó perfecta. Así que fui a ambos eventos hecho un auténtico pincel. Ahora casi siempre voy ahí, incluso aunque no me quede precisamente cerca de casa.