He estado seis meses dando clases de zumba aquí, y respecto a ellas no tengo queja ninguna. La profesora es encantadora, y las clases sin duda han cumplido su cometido. Pero para ser justa, tengo que decir que no es la escuela más barata del mundo. También es verdad que no tuve mucho donde elegir, porque únicamente podía ir a clase los fines de semana y en muy pocas academias dan clases los sábados… Incluso así no era de las más caras, eso también es verdad. En una escuela con profesores y disciplinas tan diferentes supongo que las opiniones pueden variar mucho de unos alumnos a otros, pero yo con mi profe estaba y estoy encantada. Además de las clases, informa siempre que sabe que hay una masterclass o algún tipo de evento, y en ocasiones hasta nos vende las entradas. Puede que sea parte de su trabajo, sí, pero considero que es algo que se debe agradecer.