Actualizo mi reseña tras otra experiencia totalmente distinta. El local son en realidad dos, una parte que es donde estuve la primera vez que es un bar normal de toda la vida, con su decoración estándar y un poco sin más. Pero luego tiene otra parte, la del restaurante, que resulta que es un espacio muy agradable, con una decoración muy cuidada y con dos alturas, y la atención no tiene nada que ver. Cocina asturiana con algunos platos de otras cocinas, muchas entradas se pueden pedir en media ración. Probamos las patatas pajas con salsa de cabrales, que entran como pipas, media ración de pastel de cabracho, media de queso Gamonedo con membrillo y nueces. Muy rico todo. Y con dos botellas de sidra Trabanco(con taponcito para escanciar). Salimos a 15 euros por persona. El personal fue muy agradable y me alegro de haberle dado una segunda oportunidad. Pero eso, id a esta parte mejor que a la otra y si vais en fin de semana, mejor reservad.
Grace C.
Tu valoración: 5 Madrid
está muy bien. cocina creativa y bien conjugada. los precios un poco altos. lo mejor de la zona.
Paz R.
Tu valoración: 3 Madrid
El Trasgu es un buen sitio, no está nada mal. Está ubicado en el barrio de Valdebernardo y, a pesar de su calidad, sus precios no son acordes al barrio. Del Trasgu me encanta que tenga sidra natural y todos esos guiños que hace a tierras astures y que tan ricas son. He ido en varias ocasiones y me encanta su pastel de cabracho, sus hamburguesas(vegetales y de carne), sus quesos… Una vez probé un plato de tomates con diferentes texturas que solo recordarle me hace la boca agua. ¡Ay, el secreto ibérico qué rico está! ¡Esos tacos de atún rojo! Y, sí, en el Trasgu hay platos originales y de calidad. Esto hace que siempre esté a rebosar, incluso ahora que han ampliado el local con otro salón. Yo tengo que decir que me gusta mucho ponerme en la barra justo al lado de la ventana. Si pillo ese sitio, sé que voy a estar allí un buen rato. Pero El Trasgu tiene sus aspectos a mejorar. Uno ya lo he comentado y es que es un sitio caro. El otro es que siempre hay gran desorganización. Recuerdo un día que, después de esperar ya sentadxs en la mesa, media hora larga, trajeron el plato de mi pareja, le obligué a comérselo para evitar que se enfriara y, un buen rato después, me trajeron mi plato. Para subsanar el error, nos regalaron un par de cervezas. Yo… Seguiré yendo, pero reconozco que estos puntos hacen que no vaya tanto como podría ir.
Juan D.
Tu valoración: 3 Madrid
En este local hicimos la primera cena de Navidad de este año, y eso a pesar de que aún quedaba bastante para este periodo que recibe el nombre de la fiesta de hoy, pero es que hay tanta gente con la que celebrar cosas que la agenda se desfasa. A mí no me venía muy bien que estuviese tan lejos de mi casa y, como me temía, la vuelta fue toda una odisea, pero no dejaré que esto empañe lo que pienso del local. Mi impresión general es que debe ser el restaurante/bar más famoso de la zona; de hecho yo ya había estado aquí hace años con otra gente, pero no me di cuenta de ello hasta que me senté y eché un vistazo general. En aquella época era más pequeño, ahora lo han ampliado comprando un local adyacente y una servidumbre de paso, en los que han puesto un salón en dos alturas más tranquilo que la zona donde estaba nuestra mesa, al lado de la barra. Temo que reservamos demasiado tarde. En cuanto a la comida, ya no recuerdo ni la mitad de lo que trajeron porque hace ya tiempo, pero sí recuerdo que tenían un cacao mental importante: algunas raciones las traían dobles porque no sabían que las habían traído ya, pero otras no las traían porque pensaban que ya estaban. También traían bebidas que no habías pedido y te las acababas quedando; que sí, que la vas a acabar pidiendo, pero no me gustó mucho porque no tengo claro si eran errores o una forma deshonesta de hacer caja. Lo que sí recuerdo es que me cené un cachopo como plato principal que estaba muy bueno a pesar de que no era realmente un cachopo, sino un solomillo abierto y relleno con jamón ibérico y queso antes de rebozarlo. El cachopo es uno de esos platos que, aunque es muy dado a la experimentación con los ingredientes, solo satisface con la receta original, cuya carne no es de solomillo. Que sí, que es mejor carne, pero que no es la idea. La comida la recuerdo como bastante decente en general, pero creo que les hace falta un poco más de organización o, quizá, algún camarero más para que no se monten líos innecesarios. También le hace falta una parada de taxis cercana, pero eso ya no depende de ellos.