El Arquibar de La Traviesa de Conde Duque

Esta es de las difíciles.
En plena Navidad, fui a un brunch con unos cuantos amigos. Éramos seis personas, así que nos pusieron en la mesa de la entrada –diría que la más grande – . El local es mínimo, pero está decorado con muchísimo gusto, es una preciosidad. Por si esto fuera poco, la vajilla también es bastante sobresaliente, hasta el punto que diría que su dueño ha elegido muchas de sus piezas en mercadillos de por ahí, porque les tiene bastante cariño por cómo se refiere a ellas.
Cuando llegamos, la primera parte del brunch, la dulce, ya estaba sobre la mesa. Había pequeñas rebanadas de todo tipo de dulces, alguna fruta de temporada y mini magdalenas. Comenzamos el tema con un café y con un zumo para cada uno, pero por ejemplo (y aquí va mi primera crítica) es la única bebida incluida. No digo que te pongan un cóctel, pero creo que al precio que está este brunch, deberían incluir alguna bebida tipo refresco, vino o cerveza, aunque solo fuera una.
La segunda parte del brunch llegó poco después: una serie de embutidos de León, la tierra del dueño, con un surtido de panes y tomate rallado. Los embutidos, la verdad, exquisitos, y me pareció muy gracioso el toque ibérico que le daba a este divertimento tan norteamericano. Como plato principal, a elegir entre tortilla con queso azul y pera o tortilla con otro queso que no recuerdo y tomates cherry. La tortilla, la verdad, también riquísima.
Diré que todo lo que comí estaba muy bueno, que los dulces son artesanales y que las tortillas son impresionantes, pero –atendiendo solo a la cantidad de comida– me pareció un poco caro (creo recordar que salimos como a unos 19 € por comensal). Lo cierto es que conozco otros brunch algo más generosos en cantidades y menos en precio.
También es verdad que el entorno hay que pagarlo, que el sitio es precioso y que tienes prácticamente un camarero para ti durante todo el tiempo, que eso también hay que tenerlo en cuenta. Valorando eso, se lleva cuatro estrellas en lugar de tres.

Lo fácil es decir que el Arquibar es un pequeño y curioso local poco común.
Lo fácil es decir que su vajilla y mobiliario retro y dispar consigue un ambiente que invita a quedarse, a disfrutar.
Lo fácil es decir que tiene uno de los mejores brunch de Madrid.
Y lo que es muy fácil decir de este sitio es que tiene un servicio atento y amable por parte de Gonzalo, que hace que te sientas muy a gusto, con ganas de quedarte por un buen rato.
Un #must de los grandes para el Arquibar y su buen hacer. Ganas de probar en afterwork.

Este fin de semana nos hemos acercado a este pequeño rinconcito con unos amigos y puedo decir que esta en la lista de «repetir». No puedo mas que recomendar este sitio. Ademas que quedamos estupendamente (nuestros amigos no se cansaron de preguntar dónde habiamos localizado un sitio asi…) nosotros mismos acabamos contentisimos.
Aunque los primeros tres segundos piensas… uy, este es todo el sitio? enseguida te das cuenta que vas a disfrutar. La decoración, la musica de ambiente, el propio local y, por supuesto, la atención que te brindan te hace sentirte casi mejor que en casa. Si no fuera porque habia gente en el sofa, seguramente me hubiera quedado traspuesto viendo caer la lluvia tras los cristales.
Fuimos al brunch de las 2 de la tarde. Recomendable porque puedes «abusar» un poco y conquistar la plaza para poder alargar la estancia. Ciertamente ahora que lo pienso no se si deberiamos habernos levantado antes o no, pero estabamos tan a gusto que espero no haber causado molestias. Tampoco recuerdo a que hora nos fuimos, estabamos tan tan agusto que…
La calidad de la comida es muy buena. Además de la gran cantidad, todo estaba buenisimo. Además, nos hicieron un par de tortillas francesas con queso que mmmmm… y por los 18 euros que costó, no nos parecio nada caro en absoluto.
Entraron una pareja y despues un grupo a tomar algo, que además del brunch puedes hacerte un café o una copa, a buenos precios tambien.
En resumen, no dejeis de ir.

Vivo en la misma calle y desde que quitaron la floristería de este local y montaron el bar tenía muchas ganas de probarlo. Al principio creía que iba a ser bastante carete, y es guay, hay para todos los precios!
Yo he ido a desayunar y un desayuno con tostadas+zumo+ café son 3’50 euros. Luego tienes bastantes cositas para elegir entre tostadas, bollería, tartas, salado…
Todo tiene un estilo muy inglés, tanto por el decorado, como por los muebles y las tazas que son sacadas del ajuar de la Reina Madre. Son, en total 5 mesas, cada una de su padre y su madre, así que tiene su encanto exclusivo.
Tienen diferentes panes, mermeladas y en cuestión de dulces las tartas tiene una pinta estupenda. En la carta también tienen vinos, copazos, champagne, té y cremas y bocadillos que tienen una pinta riquísima.
El camarero muy majo la verdad y daban ganas de quedarse allí un buen ratejo a simplemente mirar por el ventanal y dejar que el tiempo pase sin agobios.
Supongo que tendré que ir a la hora de gintonic que creo tiene un precio de 8 euros la copa y a probar sus manjares varios.
Que ilusión que tarde 5 segundo en llegar, será mi punto de quedada con los amigos que vengan de visita :)

un pequeño café bar, con cierto estilo british, ubicado en la planta baja del estudio de arquitectura La Traviesa de Conde Duque. un sitio con muchísimo encanto, para tomar el café con tartas caseras o unos vinitos acompañado de alguno de sus roscones (sí, como el de Reyes pero rellenos de cremas saladas) o hole (bollos con el mismo tipo de masa); riquísimos, además de originales. Tienen brunch los fines de semana y cócteles para lo noche los viernes y sábados, siempre a ritmo de música pizarra de los años 20 y 30. ¿qué más se puede pedir? pues que sea un poco más grande, quizá

Beautiful new vintage café in Conde Duque. Perfect for a wintery afternoon!