Llevaba tiempo pensando en cortarme el pelo, pero bastante, nada de sanearme las puntas y fuera. Algo que fuera un cambio real y ayer fue el día. Como mi vida es bastante imprevisible, pues muchas veces no sé ni cuándo voy a poder hacer las cosas, así que, ir a un sitio donde no es necesario pedir cita para que te atiendan, para mí es perfecto. Y os digo esto porque, esta peluquería está dentro de un centro comercial que, como ya sabéis, no soy muy fan de estos lugares pero para estas cosas me viene de perlas la verdad. Me gustó mucho que al entrar me sentasen y me preguntasen qué quería hacerme. En otros sitios, cuando ya te han lavado el pelo, te preguntan, pero es que son dos personas diferentes y no han visto ni cómo traías el pelo ni nada, así que eso me parece importante. Además, como quería hacerme algo distinto, les pedí opinión, sobre todo porque a veces tú quieres algo que quizá a tu cara no le va mucho. Le pongo tres estrellas porque al «terminarme» es como si a la persona que me atendió, le entrasen las prisas porque había entrado bastante gente o por lo que fuera y, lo siento, pero, si voy a la pelu, me gustaría que quedase lo más perfecto posible.