Como en Casa

Es una tienda con un montón de productos biológicos, tienen de todo, parece pequeñita, pero están muy bien surtida. Son muy amables las dos encantadoras mujeres que están detrás de este negocio con productos cada vez más demandados.
El pan muy rico, tienen de todo, hogazas de pan de semillas, de Kamut… ummm, mi favorito.
No perdais la oportunidad de pasar, pero no a mediodía que cierran para descansar.

Chiquitita pero bien aprovechada!
Si vas buscando ofertones, pasa de largo, pues todo es bio, todo es de calidad y todo cuesta un poquito más.
Si no fuera porque en otras tiendas me aceptan los cheques restaurantes para la compra semanal, esta tienda, que además me pilla bien cerca de casa, sería mi tienda de referencia.
Amabilidad, conocimiento y buenos productos se mezclan en esta tienda. Que no engañe el tamaño de la tienda, tienen muchos más productos de los que puedas conocer y buscar.
La fruta, hortalizas y verduras están buenísimas.

Cuando me cerraron la Tienda biológica en la que solía comprar mi café de comercio justo y los frutos secos, me pillé un rebote considerable. Me hablaron de esta tienda y, claro, tuve que probarla.
Es un poquito más cara que la otra, pero también es normal, pues está en una zona más céntrica, y además merece la pena ir. Teresa es un encanto y los productos son de primera calidad.

Cien años lleva este local abierto. Hace tres años se levantó con ganas de renovar su flora intestinal, de poner fin a los desayunos con bollería industrial, de acabar con el colesterol inyectado en bocadillos de chorizo cular.
Se plantó. La tienda de alimentación de toda la vida se convirtió en tienda biológica. Teresa, la hija de los antiguos propietarios, sólo ha conservado el reloj de 1904. Lo demás es nuevo y bio.
Mucha variedad de productos frescos; pan, huevo, leche de vaca, aceite y miel ecológicos, productos de temporada de huertas de Madrid y de Ávila. En invierno tiene que recurrir a huertas de la Rioja para no dejar sin verduritas ricas a sus clientes.
También hay productos envasados y precocinados. Como en casa, pero yendo un poco más allá aplicando buenas prácticas ambientales al consumo.
Yo aún no he renovado totalmente mi nevera con productos ecológicos, pero ya la voy poniendo algunos complementos. Esto es como el vestir, empiezas con unas aletas y al final sales con el traje de buzo.

Es una tienda muy especial. Como su nombre indica, te tratan igual que si fueran tus madres. Y tienen verduras ecológicas recientes al peso, tofú y seitán, embutido ecológico, dulces y bollos variados… Vamos, un lujazo en pleno centro. Tanto por la atención, como por los precios.
Una sugerencia: traen leche de vaca fresca. Yo la conocí por eso. Es ecológica, y recién ordeñada. Tanto, que algunas veces no la tienen. No dura mucho, pero pasarse y comprar una botella (¡de cristal!) hace mucha ilusión. Me siento un poco Heidi, aunque sé que no es de Blanquita…