Colors Host

En la calle de Fuencarral hay muchos, muchos hostales, pero no me equivocaría a decir que debe de haber muy pocos con más encanto que Colors Host.
Situado entre la parada de Gran Vía y Tribunal, este hostal propone decorar cada habitación de un color diferente. Esto acompañado por un mobiliario típico de Ikea, unas enormes y cómodas camas y los (subestimados) pequeños detalles (una botella de agua y una barrita dietética para cada huesped, por ejemplo) hacen de este hostal un lugar encantador. Está por supuesto muy limpio y logra que te sientas más en un Hotel que en un Hostal.
Además el precio es el mismo que en los otros hostales de Madrid, por lo que merece la pena llamar con tiempo (como consejo) y reservar alguna habitación.