Comerse un perrito caliente no es como comerse una hamburguesa porque normalmente es un tercio del tamaño y te quedas con mucho hambre. Excepto en Chicago Hot Dogs, donde el tamaño es grande y además los perritos van bien cargaditos. Te los puedes poner con cebollita frita y pepinillos, aunque hay mucha variedad para elegir. Los más entendidos dicen que son muy parecidos a los que sirven en EE.UU.
Araceli O.
Tu valoración: 3 Madrid
Ahora que hay tantos sitios cercanos(o relativamente cercanos, en la calle del Espíritu Santo) que venden perritos, habrá que valorar los de este local por sus ingredientes y no por su desorbitado precio. Los mejores son los que lelvan cebolla, pepinillos y, en general, todo lo que se les haya ocurrido echarle, pero sus precios rondan los 4 euros, cuando en otros locales, por uno, los tienes. Aconsejo ir en verano, preferiblemente, ya que el local es pequeño y se puede disfrutar en su terracita.
Iker J.
Tu valoración: 4 Madrid
Chicago Hot-Dogs es un local bastante afamado que se encuentra casi al comenzar la calle Hortaleza desde Gran Vía. Es un restaurante pequeño y con encanto que sirve perritos calientes de muchas clases. Los acompañan de cebolla, maíz, pepinillos, queso… muchos ingredientes que harán las delicias de los amantes de la comida rápida americana. Yo me pedí un perrito que llevaba cebolla crujiente, pepinillo queso y salsas, aunque si no tienes prejuicios contra ningún ingrediente en especial, cualquiera de sus menús te gustará. Tiene una terraza que está muy bien, porque dentro casi no hay sitio. Lo malo es que sirven pocas patatas en el menú y los perritos son algo pequeños. De ingredientes extra van sobrados, pero la salchicha en sí, es tirando a pequeña. Para que te hagas a la idea, sería como la mitad de grande que una Oscar Mayer de las grandes. Al final, como la cuenta no llegaba a los 7 euros, me quedé a gusto. Os lo recomiendo.