Cervecería Gandarío

Un buen día nos encaminamos a cenar por la zona de Moncloa, Argüelles, Chamberí… algo ligerito queríamos, y escogimos el Gandarío. Por supuesto, dejamos lo de «cenar ligerito» en un segundo plano porque aquí uno cena bien.
Básicamente en este local frecuentado normalmente por universitarios, uno puede pedir las clásicas tablas que es a lo que la mayoría van, aunque también hay sadwiches, ensaladas y bocatas si no recuerdo mal.
Las tablas son básicamente una comida, como pollo marinado por ejemplo, con un montinazo de patatas y el número de salsas que tú escojas. En esta ocasión pedimos una de pollo con cuatro salsas: brava, mostaza, barbacoa y Gandarío. Estaba sobreaviso de que eran grandes, pero no, eran muy grandes. Además, todo bien cocinado, con buen sabor, nada geasiento… excelente.
El local, la única pega que tiene, es que es sumamente pequeño, por lo que únicamente dispone de unas cuatro mesas altas con taburete y la pequeña barra, así que a la hora de ir hay que tener suerte o quedarse de pie en algún rincón donde se pueda, que tampoco es mala opción dado el caso.

«No me puedo creer que no tengas reseña de Gandarío» así se concertó una quedada un viernes para conocer este clásico universitario de la zona de Argüelles.
Llegamos así como tarde, sobre las 16 – 16:30, pedimos cerveza y ojeamos la carta.
Me dejé guiar por la recomendación de mi acompañante, no tenía especial predilección por ninguna de las carnes así que me pareció bien la elección de entrecôte, una tabla, con 4 salsas a elección, nos decantamos por chimichurri, mojo picón, roquefort y tártara.
Las patatas caseras, la carne tierna, las salsas riquisimas.
El precio de la tabla de entrecôte creo recordar que costaba 12 €, regadas con unas ¿3?¿4? rondas de dobles, salimos a 24 €, o eso me suena.
El pobre camarero aguantó estoicamente sin decirnos que cerraban durante un par de horitas antes de abrir de nuevo mientras nos dábamos al bebercio.
Supongo que por la tarde-​noche será bastante imposible encontrar sitio y que el ambiente igual no es tan apetecible para todo el mundo, nosotros estuvimos estupendamente.

No conocer este bar es un innegable pecado mortal. Un enclave único y esencial de la zona de Argüelles-​Moncloa. Tablas y tablas y tablas y tablas y tablas y tablas de comidas y salsas con una buena cerveza en mano.
Es cierto que el reducido tamaño es un grandísimo inconveniente, el local es muuuuuuuy pequeño, pero aun merece la pena ir. Es perfecto para empezar una buena noche de fiesta o como un punto de encuentro para cualquier tipo.
Las cinco estrellas podrían quedarse muy cortas. La comida está muy bien de sabor, ni grasiento, ni aceitoso ni nada de nada. La tabla de pollo con salsa Gandarío es un placer. ¡Y qué cantidad! En gastos no se escatimada nada con una relación calidad/​precio jodidamente buena. Aunque también hay otros tipos de comida tostas, sándwiches, bocadillos, ensaladas… las tablas son ley y este local de lo mejor que hay en Madrid. Visita obligadísima.

El Gandario es sinónimo de tardes universitarias de comer y jartarse a beber, de no querer estudiar y decir qué bien se vive!!!
Cuando vivíamos por Argüelles y tenía unas amigas que vivían pegaditas a él íbamos mucho! Hace años que ni lo pido, pero espero que ordas de universitarios y gente del barrio siga yendo porque gracias a ellos las borracheras se llevan mejor al tener la tripa llenita de grasaza!

Creo que como muchos lo descubrí un día al salir de la universidad, casi de casualidad, no creo en el destino, pero creo que mi destino era encontrarlo… Es un sitio espectacular, y no por el ambiente, que por otra parte es bastante bueno, sino por la carta que ofrecen, no es inmensamente amplia, pero es exquisita y sobretodo para lo que te colocan en el plato, bastante económica. En definitiva es uno de mis lugares favoritos para ir a comer en Madrid

Del gandario me fio¡¡¡¡ ese es mi lema desde hace muuuuuchos años…las costillicas para mi son lo mejor y las pataticas muuu fresjkkkkassss… como ya dije en una ocasión no lo aconsejo en la primera cita, los «‘paluegos“que se te quedan entre los piños son lo peor… si vais con churri llevaros cepillo de dientes en el bolso y no tireis de palillo que tiene muy poco glamour ;-)lo recomiendooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡

Excelente sitio para pedir unas tablas de carne y pollo con patatas y mil salsas. El sitio es estupendo, tal vez un poco pequeño, pero estupendo.
Para realizar tus pedidos tienes bolis y papel, de esa manera te lo llevas a la mesa y junto con los colegas con los que hayas ido, decidís entre todos y sin hacer perder tiempo al camarero, lo que vais a pedir.
Está casi siempre hasta arriba, pero es porque el sitio es realmente bueno, el precio está muy bien para la calidad y la cantidad que vas a comer.
Lo recomiendo como punto de encuentro con los amigos, para charlar un poco de cómo ha ido la semana y pedir unas buenas cañitas con la tabla correspondiente.
La estrella se la quito por el espacio, el único inconveniente.

Ay, Eusebio, Eusebio, cuántos años conociéndonos ya!!! Lo que empezó como una casualidad a primeros de carrera (juventud, divino tesoro) pues se ha convertido en una amistad sólida y en una tradición.
A ver. Este sitio se llena porque la calidad/​precio y atención, se notan. Además, es Moncloa, zona universitaria por excelencia. Lo mejor: cogerla para comer, o también a partir de las 20. Aunque tal vez es mejor cruzar los dedos… O tener enchufe.
Salsas de todo lo imaginable. Entras, te pides una tabla de patatas, a ser posible con algo más (Pollo Gandario, salchichas, chistorra) y depende cuántos seáis, pues una cantidad de salsa u otra (de 2 a 6). ¿Cómo las eliges? Pues en un bote tienes papeles con todas las que hay, y lápices. Apuntas, y Eusebio encantado de recoger el pedido.

Sólo tiene una pega, su reducido tamaño, lo que dificulta poder comer o cenar sentado en hora punta. Sin embargo, si tienes la suerte de encontrar una mesa, lo bueno supera con creces el tema de las dimensiones.
Bar especializado en tablas acompañadas de patatas y salsas, pone una de las mejores sangrías de Madrid. Cuantas más salsas pidas más grande será la tabla. Recomiendo la tabla de cruceta de cerdo, nunca la había probado y tiene un sabor espectacular, todo un clásico para mí junto a la pechuga con salsa ali-​oli y salsa Gandarío.
Ideal para comidas con los amigos, los camareros son bastante agradables y el servicio es rápido y eficaz. Cuando nos sacaron la cuenta nos sorprendimos de lo poco que habíamos pagado por todo lo que habíamos comido. Uno de los sitios de referencia de la zona Argüelles-​Moncloa. Si el propietario de Gandarío llega a leer esto, por favor, que ponga un poco más de salsa en las tablas.

El bar es muy chiquitito y está muy muy de moda, esta siempre lleno, ya sea almuerzo o cena, y ponen unas tablas de papas y carne, como una variedad grandisima de salsas. Sirven sidra, cerveza, alcohol, pero sin duda lo mejor es la comida. Se televisan los partidos de futbol o los 40 principales. Y es muy economico si van dos o tres personas.

buen ambiente, gente joven y estudiantes. tablas buenisimas, un poco pequeño.