Abercrombie And Fitch

No sé si poner tres o cuatro estrellas. Por un lado, he de destacar la amabilidad de los dependientes. Independientemente de que sean o no modelos, o de que, al menos, tengan el cuerpo como para planteárselo, hay que confesar que es genial que te traten con esa educación, esa atención y esas sonrisas perennes. Ojalá ocurriera en todas las tiendas de ropa cara de Madrid, pero me temo que no es lo normal, así que se agradece. Eso sí, podrían estar mejor coordinados porque en menos de cinco minutos me preguntaron seis de ellos si me podían ayudar con algo casi sin abandonar la misma área en la que me encontraba.
Los contras: la iluminación. Me costó mucho ver toda la ropa que estaba en venta. Las luces son muy tenues o inexistentes, por lo que dificulta la compra y poder ver las cosas bien, sobre todo los colores reales. Es una cosa que ocurre en todos los A&F, así que no es solo del de Madrid, pero eso no quita para que sea un gran fallo, a mi entender.
Una pena que no tenga dinero para comprarme todo lo que vi que me llamó la atención. Me llamó la atención que tuvieran un jardín detrás de la tienda, bastante simpático en plan terraza de verano. No sé si harán algo o no para aprovecharlo, pero sería una pena que no hicieran nada allí.

Merece la pena conocer el edificio, incluido el pequeño jardín.
El trato es correcto y amable siempre y cuando sea en momentos tranquilos.
Sorprendentemente no igualan precios con su tienda oficial online.

La famosa tienda de ropa americana aterrizó en Madrid en el 2012. En el antiguo palacio de Aguas de Sevilla, puedes disfrutar de un edificio emblemático mientras te pruebas ropa. Notaras que el ambiente está marcado por el fuerte olor a su perfume Fierce, el lugar esta un poco oscuro con focos iluminando a la ropa, además los dependientes suelen ser modelos. Puedes encontrar las ofertas en la primera planta.