Es un lugar un poco escondido así que no da directamente en la Gran Vía de la Zona Franca. La decoración me hace pensar en un bistrot francés. El establecimiento es elegante y muy limpio(perfecto para llevar a clientes o comer si estás en la zona para una feria y quieres comer sano y ligero). ¡Se come super bien! Tienen una selección amplia de ensaladas(muy buenas, originales y generosas). Las puedes acompañar con un buen vino(la carta también es amplia) y una selección de jamones ibéricos excelentes. Los postres también son muy buenos(es una francesa que os lo dice). Los proprietarios son muy amables, el servicio es bueno y rapido. Y los precios son medianos. Una relación calidad — precio excelente.