Fusión By Sojo

Es un sitio que parece artificioso y que te va a costar un riñón, pero todo lo contrario. Carta con platos interesantes como el carpaccio de presa ibérica con mostaza de trufa, tartar de atún muy sabroso y postres riquísimos. Nada caro, sobre 20 euros por persona.

Food is excellent but service is slow during peak times. Had to remind server that we ordered Iberian Risoto. Outside seating is comfortable on a nice evening.

Local en la ribera, muy bien decorado y ambientado. La comida es moderna y con una buena presentación.
Los camareros son simpáticos y están muy atentos.
Buena relación calidad precio.

Fuimos 4 amigos a desayunar y salimos un poco decepcionados. Tardaron un poco en salir a atendernos, pero bueno, se entiende. Por la hora que era es posible que estuvieran liados recibiendo pedidos etc.
Pedimos cafés, ColaCaos, macedonias, … y la macedonia tenía algo parecido a ¿bicarbonato? Parecía que lleva algo así como PetaZetas, el caso es que no molaba, y la fruta no es que fuera incomible, pero desde luego no era una macedonia de excelente fruta fresca.
Las tostadas de jamón ibérico estaban bien, aunque un poco intenso el sabor que dejaba tantísimo jamón al final. Lo servían picado en vez de en lonchas, lo cual nos pareció curioso.

Lo que otrora fuera un viejo taller mecánico, se ha convertido en uno de los restaurantes y terrazas más vanguardistas y recomendables para cualquiera que venga a conocer la ciudad. Su inmejorable localización entre la ribera del río Guadalquivir y la afamada Plaza del Potro, en un muy agradable entorno de gran frecuentación por parte de cordobeses y turistas, la hace toda una referencia de visita inexcusable. Ideal para unas tapitas, un almuerzo o una cena con unas magníficas vistas al río o en el interior del inmueble de impecable decoración con mueble colonial.
Aquí encontraremos un menú que ha sufrido múltiples cambios desde su origen pero siempre de incuestionable calidad, su carta oferta una cuidada selección de comida internacional fusionada con la cocina tradicional cordobesa, de impecable presentación, que si bien no es precisamente barata, compensa sobradamente por la calidad del producto. Poseen carta de vinos y para los amantes de la cerveza se oferta una de producción local y de profundo sabor.
Te recomiendo encarecidamente que al menos pares a tomar un aperitivo o un refresquito y que lo veas y disfrutes con tus propios ojos y paladar. Merece la pena la experiencia y no te equivocarás seguro.

Il né faut pas donner 5 étoiles trop facilement mais ce resto mérite largement ses 4 étoiles: terrasse ombragée non bruyante, carte généreuse avec tapas ou plats traditionnels, service classe mais peu souriant, l’intérieur est très sympa également, propre. Et les prix raisonnables !

Un edamame de campeonato y unas tartas exquisitas en el sitio perfecto para acabar con una copa.

Quizá no es el sitio más barato, pero si que es uno de los lugares más agradables para cenar ahora en Córdoba en el entorno del río, sobre todo si tienes una mesa bien orientada (y aprovechando que ahora las temperaturas lo permiten)
No me defraudó nada, tomamos unas gyozas (riquísimas), una sepia con ali-​oli y tataki. Recomiendo especialmente las gyozas y la sepia crujiente. Y me quedé con las ganas de probar algunos platos de la carta (que reservo para la próxima visita porque fijo que vuelvo a pasarme por allí). Compartí de postre un sorbete de fruta de la pasión y una crema de chocolates (muy bueno el sorbete).
Me gustó la decoración y también el servicio. Volveré seguro.

Estupendo restaurante y lugar de copas junto al río Guadalquivir, lo que aligera mucho el calor del verano en Córdoba y permite disfrutar de unas preciosas vistas.
La comida me sorprendió muy gratamente: es efectivamente una fusión de platos internacionales con ingredientes muy típicos de la cocina cordobesa. Ninguno de los platos que tomé me defraudó: ensalada cordoprese con queso de zuheros y pesto, la presa ibérica en su punto y de alta calidad, la sepia crujiente con alioli de su tinta al estilo asiático y el risotto de ibérico, parmesano y trufa con un intenso sabor a este último ingrediente.
De postre, pide la emulsión de tocino de cielo, espuma de yogur y sorbete de fruta de la pasión. Sin duda, en una presentación muy sugerente, la mezcla de sabores es estupenda.
Precios un poco más altos de lo que se estila por Córdoba pero nada abusivos viendo la calidad de sus platos y el local que, por cierto, es precioso! muebles estilo colonial en su interior y el exterior muy cuidado, con una buena terraza para disfrutar del ambiente de Córdoba. 100% recomendado.
Edito con una segunda visita en noviembre de 2013:
Han modificado gran parte de la carta y muchos de los platos que cité arriba no están pero la comida sigue estando bien rica, con las excepciones que cuento aquí abajo.
Probé un salmorejo de melocotón con pavo que estaba bastante bueno aunque el sabor a melocotón era un poco leve. Quizás es que ahora mismo no estamos en temporada de esta fruta…
El flamencobo con queso cheddar y tortilla verde estaba rico pero, no nos vamos a engañar, el plato auténtico con su jamón la verdad es que está mucho mejor.
Ricas gyozas de ibérico con un buen jamón y eso SE NOTA MUCHO.
En cuanto al atún rojo con apionabo que tomamos estaba bastante regular… se notaba que el atún no tenía buena calidad y el aderezo de apio y nabo no era del todo apropiado.
Los postres que probamos en este caso: la tarta de queso estaba espectacular, de estas que sabes que son caseras. El combinado de espuma de baileys, helado de almendra y brownie muy rico, aunque echamos de menos más cantidad de brownie y más chocolate.

Acudí a este restaurante este fin de semana a propuesta de un amigo cordobés y fue todo un acierto. Nos decidimos por uno de los espacios interiores que tiene, y me resultó muy agradable (la verdad, la mayoría de la gente optaba por comer afuera, por lo que teníamos el local para nosotros ¡y eso ayuda para estar a tus anchas!).
La carta fusiona la gastronomía local con otras elaboraciones asiáticas o italianas, conservando normalmente los ingredientes de la tierra. Disfruté con la burrata, las gyozas de ibérico y el tataki de solomillo.
En cuanto a los postres, además de ricos, ¡me sorprendió la presentación de la sopa de chocolate blanco! No he subido la foto porque directamente lo grabé en video jeje.
El precio no es especialmente caro, considerando la atmósfera que consiguen. Además, la situación al lado del río y en plena judería suponen un gancho más para repetir, ¡espero que pronto!