Casa Quini

Este es mi sitio favorito en Camas, me encantan sus serranitos con patatas. Un lugar muy sencillo, con pocos lujos, pero limpio, un servicio eficaz para la gran afluencia de gente los fines de semana. Precio inmejorable.

Por no conocer, no conocía ni el barrio. Y, honestamente, me sorprendió bastante la conocida como Coca de la Piñera, un barrio que parece tener más que unas pocas décadas y, desde luego, un aire como de otro tiempo, de pueblo, que parece increíble que esté en plena Sevilla, con unas vistas fabulosas de la ciudad también.
En dicho barrio, en una generosa plaza, se encuentra este bar. Unos veladores reciben y amplían el espacio de un local que, en su interior, no es demasiado amplio. A tener en cuenta si se decide ir un día regulero, pues fui un miércoles y había no poca gente dentro.
De la veintena de compañeros que, iniciando el fin de exámenes allí nos dimos cita, fuimos, lo teníamos bastante claro, por lo que nos habían dicho: serranito, serranito y serranito. La verdad, por el precio es un plato completísimo y nos sorprendió bastante: un plato a reventar donde difícilmente cabía una papa frita más (papas, por cierto, aparentemente caseras pero un tanto insulsas, imagino que por el aceite empleado). El serranito no estaba malo, ni mucho menos: acompañado en el exterior por una loncha de jamón y un pimiento verde frito, que casi es delito no meterlo dentro del pan. Ahí viene el problema, cuando abres el pan y te encuentras el filete (para mí, de pollo) con su tortilla francesa… pero sin tomate. Por favor, serranito siempre con tomate. Pero bueno, esto rápidamente se olvida con la fantástica salsa alioli con la que se acompaña todo. Me acordé de unas compañeras de piso extranjeras que tuve que, seguramente, me dirían que eso era «very unhealthy»… pero qué narices, dan ganas de coger la cucharilla y poner alioli en las papas, en el filete, en el pan por dentro, en el pan por fuera… Un vicio, chiquillo.
En cualquier caso, serranitos aparte, te ponen la cerveza en vaso tubo (eso no me mola) y el resto de gente salió satisfecha con un bar bastante normal, con los platos de siempre, lo cual no es negativo ni mucho menos. Si estuviera cerca, quizá me lo plantearía para repetir.

El personal es muy amable y tiene una comida buenisima. Recomiendo el serranito, completo de patatas y su salsa al whisky. Delicioso.

Sitio especializado en Serranitos, además de tener otras tapas con buena pinta. Bueno, en cuanto a los serranitos, bastante grandes y están buenos, se podrían mejorar pero para un dia de antojo no está mal. Buen y rápido servicio.