Rafa Soler nos sorprende con una cocina creativa basada en productos locales e increíbles mezclas. Pedimos el menú degustación más amplio acompañado de un buen cava. Comenzamos con una variedad de entrantes en las que el sabor a mar destacaba en cada cucharada. A continuación degustamos verduras y hortalizas de la huerta alicantina– valenciana, pescados y carnes. Cada plato que recibíamos era igual de sorprendente, arriesgando en mezclas como el arroz tradicional valenciano con wasabi. Atención y servicio excelente.