Quiosc de Rambla de Guipúscoa, 77

Si vives en una ciudad grande como Barcelona, por mucho que la conozcas siempre habrá algún sitio al que no sepas llegar. Esto mismo me pasó hace un par de semanas; comprobé qué línea de metro me convenía más y supuse que preguntando a la gente podría llegar al sitio. Pero de camino al metro pasé por delante de un Kiosco de la Rambla Guipúzcoa y pensé: en estos sitios siempre tienen mapas y los mapas están pensados para facilitarle la vida a todas las persona, no sólo a los turistas; así que me aventuré a comprar mi primer mapa de Barcelona. Le indiqué explícitamente al kiosquero que necesitaba un mapa en el que las paradas de metro estuvieran señalizadas con claridad. Pero el hombre parecía no entenderme y comenzó a dar una serie de rodeos que me descolocaron. Tras varios minutos de conversación absurda compré el mapa. Al llegar a mi parada de destino la situación vivida en el Kiosco cobró sentido: aquel mapa debía tener casi tantos años como la Sagrada Familia, apenas había reflejadas 5 líneas de metro, cuando en la actualidad hay 11 ¡Qué pillada, amigo kiosquero! A la vuelta el señor kiosquero me propuso devolverme el dinero, aunque se resistió a creer que el metro de Barcelona tuviese todas esas líneas.
A la vista está que aquel hombre no ha timado a mucha gente en su vida, puede que incluso yo fuese su primer intento de timo y, dado el éxito, no tuvo inconveniente alguno en subsanar su error. Aquel día este kiosquero perdió una venta, pero ganó una clienta habitual aficionada a leer prensa escrita. Rectificar a tiempo es de sabios ¡Bravo!