La palabra«palacio» me da miedo, y aquí no me equivocaba: ni palacio ni bebé. Si ya muchos de los objetos relacionados con bebés son cursis, esta tienda es cursi al cuadrado multiplicado por tres. Cuando entras, todo es rococó, casi nada es agradable a la vista; y no es acogedora, no apetece caminar y echar un vistazo sino echar a correr. Fuimos a mirar cochecitos –tienen unas marcas que son caras pero a la vez sencillas-, e intentamos infructuosamente que nos enseñaran cómo se plegaba uno de ellos(nos dijeron que no dejaban hacerlo, que se rompen a base de hacerlo muchas veces con los clientes, y que una vez lo hubiéramos comprado, ¡ya nos harían una clase!). Luego, la mujer, nos dejó solos con un catálogo…, y ya nunca más se supo. Vi un cochecito que –no sé por qué– me recordó el final de «La Semilla del Diablo», me acabé de espantar y nos fuimos.
Juan P.
Tu valoración: 3 Barcelona
Dos circunstancias: bebé de unos amigos a la vista y anuncio visto en televisión local. Empecemos por lo segundo. «Palacio del bebé, es donde tienes que ir, nanananananá»… entónese con melodía y voz de película de espíritus o, mismamente, «Una y dos, Freddy viene a por tí; tres y cuatro…». En serio, asusta. Por esa misma razón, a pesar de mi insistencia en que el detalle para el recién nacido fuese una camiseta de los Ramones, mi pareja sugirió un primer vistazo a una tienda«estándar». Bueno, en vez de normalita yo diría más bien cara, aunque de sobras es sabido que lo natalicio es un negocio que saca alto rédito de las ganas de que nuestros infantes sean los más guapos y mejor motorizados. Mira que le avisé que un anuncio así no podía esconder nada bueno… y quedamos en tablas. El surtido no es de palacio, sino de complejo palatino, jamás vi tamaña variedad de enseres y equipamientos ni sospeché que existieran determinados complementos… ¡qué pobre infancia la mía, sniff! Eso sí, el anuncio no mentía: casi todo en blanco angelical… bueno, al menos es mejor que el rosa y el azul. Finalmente salimos de vacío porque nada de lo visto se ajustaba a nuestro gusto ni al que, juzgamos, de los futuros padres… pero si soy sincero se que aquí las familias(o proyectos de…) «estándar» tienen aquí surtido del bueno.
Ana J.
Tu valoración: 4 Barcelona
Si el Bebé supiera que tiene un Palacio en la Gran Via, seguramente mandaría a su madre a la Cochinchina para siempre. Esta gran tienda del centro de Barcelona ha sabido posicionarse muy bien en el mercado materno-infantil. Por un lado tenemos la tienda que vende mobiliario, carritos y complementos para el bebé en el número 631 de esa calle, pero por el otro, justo a 5 metros, el Palacio del Bebé cuenta con su tienda Outlet en el número 643. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Si no te apetece gastarte 1.000 eurazos en ese carrito McLaren o Bugaboo último modelo, siempre puedes caminar unos metros y sacarlo por mucho menos en el local Outlet. Supongo que en este negocio saben que el mundo del bebé es caro y por eso se curan en salud vendiendo excedentes o modelos de otras temporadas a mejor precio. Mamis y papis, si tenéis pensado invertir, ésta es vuestra tienda… Pero ojo, tampoco hace falta dejarse el hígado en el intento.