As a glasses wearer on holidays, having your frames break mid adventure is a bit frustrating! The pin in my specs dropped out and I was left wearing my prescription sunglasses for the morning while walking around Barcelona. I came across this cure optometrist while taking a random laneway and popped in to see if they could be fixed. As I tried to explain in English what had happened, the gentleman gestured that he would fix them and went out back for a few minutes. He returned, glasses good as new and when I took out my wallet to pay he put up his hands and smiled as if to say«don’t worry, my pleasure!». Way to make a foreigner feel special, right?
Manning W.
Tu valoración: 5 Louisville, KY
Great place for cool reading glasses! Been a customer for years. The proprietor is courteous, the service excellent and usually a good inventory of the latest styles.
Francisco R.
Tu valoración: 5 Madrid
Llevaba casi dos años buscando unas gafas graduadas redondas, entrando a tiendas de antigüedades, en mercadillos, en ferias vintage, en un buen montón de ópticas de diferentes ciudades: no había resultado. O eran muy pequeñas o los tornillos, de tan antiguo, no podían tocarse. Y mientras yo seguía con mis gafas rectagulares que ya no me hacían gracia alguna, quería unas gafas redondas con un ángulo de visión amplio y que no tuviera que andar subiendo o bajando si por algún motivo se escurrían por mi muy generosa nariz. Paseando por El Borne un domingo mientras estaba tirando una fotografía a una intervención artística callejera las ví ¡mis gafas! Redondas, con un cristal generoso y una montura prácticamente invisible. Retrasé un día mi regreso únicamente para entrar en esa óptica pequeñita que tenía las gafas perfectas. Le tiré una foto a la intervención, otra al escaparete y otra al horario. Al día siguiente estaba clavado antes incluso de que abrieran; tocaba comprobar la graduación y andaba algo pillado de tiempo. El óptico, José, sacó las gafas, diseño austríaco –funcional, sin florituras– me miré al espejo. Quería las gafas. Me sacó el mismo modelo con la montura en los tres colores disponibles, me miraba, me aconsejaba, mi ayudaba con la cámara del móvil a tirarme fotos para ver cómo me quedaban. Quería las gafas. No hbía duda. José me dijo que no había ningún problema en enviarme las gafas a Madrid. Y así lo hizo. En una semana recibí las gafas, los moldes de los cristales para que en caso de que se me rompieran pudiera pedir la reposición en cualquier óptica y, además, como este modelo de gafas admitía también cristales ovalados igualmente los incluyó en el envío. La experiencia de compra un 10 la satisfacción del producto otro 10. Dos años tardé en encontrar mis gafas gradudadas perfectas. Y ha sido fanfástico.