Mistral Forn

Mejores ensiamadas de Barcelona!
A mas a a mas de la variedad de mini croissants para qual mas bueno.
El pan he provado algunos y sin duda dejan un listón muy alto, el de cereales espectacular.
La simpatía de las dependientas no no abunda, pero vale la pena ir por el producto.
El precio no es barato, pero lo pagas a gusto.

Best. Chocolate. Croissants. Ever. (even better than those in France!) Super fresh and delicious. My favorite bakery in all of Barcelona!

Really enjoyed the cream croissants and chocolate croissants. They are a very special treat. Plus the girls behind the counter are very nice and will speak English to you if you need it. Names are marked but prices are not. Still, it is a very approachable place for tourists.

Hang on a minute.
They have baby croissants.
Little bitty baby croissants that are so wee, and so delicious. Yum yum yum, cram them in my mouth. All of them.
And they come in various flavors, like plain, chocolate, and cheese.
Having not yet made an exhaustive study of Barcelona bakeries, I must rely on my native Catalonian sister-​in-​law Maria, who assures me you can’t find such teeny tiny croissants anywhere else.

Desde pequeñito siempre que pasaba por el centro mi madre me traía a este lugar para merendar, siempre pedía lo mismo una ensaimada. Estas ensaimadas tienen algo especial, su textura su sabor su aroma es inconfundible para mi son las mejores ensaimadas que he probado en Barcelona, las hay rellenas de cabello de ángel y sin rellenar.
También hay otros productos que están muy buenos como comenta Raúl la coca de llardons que tiene un gusto exquisito y para mi la «coca de vidre» es buenísima!

Great pastries and bread!

Muchas clases de pan, mucha repostería, mucha gente guardando cola…
Yo, particularmente, tengo un motivo para armarme de paciencia (cosa de la que escaseo bastante): Sucede que, según mi humilde criterio, tienen la mejor «COCA DE LLARDONS» de toda la ciudad…
Aunque, como dicen los compañeros, no toquéis el pan, por Dios…

La nobleza del pan.
Pan de cereales, pizzas vegetarianas, pan integral, pan de soja, pan de sésamo, pan de nueces, pan de olivas, y todas las variedades de panes que te puedas imaginar. Parada obligada para un fan de los bocatas a mediodía. Un placer irresistible, de esos que te hacen subir de peso, pero da igual porque lo disfrutas como nadie. Cada vez que entro no sé qué pedir, y cuando me toca mi turno, siempre pregunto a la dependienta que sugiera algo, pero siempre termino llevando un bocata integral. Cosas de uno.

La Mistral es probablemente la mejor cafetería del centro de Barcelona para desayunar y/​o merendar. Eso sí, antes o después tendrás que hacer deporte porque si te haces adicto no tardarás en ganar peso y felicidad. La Mistral tiene una gran reputación como pastelería, sobre todo por sus ensaimadas y croissants, pues imaginaos poder tomaros eso con un café con leche una fría mañana de invierno. Yo además os aconsejo que probéis sus torradas de pan con tomate y brie, es el bocado perfecto para empezar con buen pie el día. El sitio tiene dos plantas, la de abajo con sofás pero es la que antes se llena. En la de arriba hay un montón de mesas para aseguraros de no quedaros sin sitio. Los precios son un pelín más caros que la media, pero en este caso la calidad supera mucho las expectativas que tengáis, así que os parecerá barato incluso.

¡No toquéis el pan!
Yo soy un mentecato, vale. Un sinsorgo, vale. Muy despistao, también. Es posible que no me diera cuenta de que había un cartel en algún lado (no cerca de donde yo estaba, eso seguro) en el que ponía que no había que tocar el pan, pero lo toqué. Craso error.
Bien. Después de escuchar aquel «no toquéis el pan» de ultratumba, me giro y me encuentro con lo que se ha dado en denominar (yo la he denominado así) la Nicole Kidman del pan. Esto es, una mujer con bata blanca de ¿panadera?, ¿doctora?, un poco raruna ella, con una de esas miradas que descoloca, pues no sabes con qué te va a salir (seguramente con nada bueno).
A cámara lenta se abalanza hacia mí la panadera, la mano extendida, los dedos separados, en actitud desesperada, no como si uno de sus clientes estuviera cogiendo un simple pan (porque ¡oh! lo quiere comprar) sino como si su archienemigo estuviera a punto de pulsar el botón rojo que fuera a destruir media ciudad de Barcelona (incluyendo su panadería).
Total, toda aquella pantomima, toda la desesperación y la advertencia para quedarse a medio camino, porque ni siquiera llegó hasta mí, sino que mandó a una de sus esbirras (también ataviada con bata blanca y guantes de plástico) para que me arrebatara la hogaza que yo, ojiplático y hambriendo, sostenía entre mis manos.
Compré pan, sí, porque quería más tarde untarlo en mis huevos fritos. El pan estaba bueno y además tuve una anécdota graciosa que contar aquella noche, pero no es el caso. Yo que he trabajado toda la vida de cara al público creo que no se puede tratar así a los clientes por muy hinchapelotas que sean (y en este caso yo, que puedo serlo como el que más, no lo fui).

Es una panadería con un toque fashion, hacen panes ecológicos y muchos tipos de repostería. No voy a negar que todo lo que venden está buenísimo, pero las dependientas son bastante desagradables, aconsejo no tocar el pan nunca jamás, aunque sea el mismo pan que te vas a llevar a tu casa… entran en estado de emergencia y a partir de ese momento te tratan como si no quisieran venderte nada. Si sientes miedo, y quieres salir corriendo pero te da vergüenza no comprar nada, aconsejo los panecillos de chocolate con naranja.
Lo mejor: Pues la calidad del pan.
Lo peor: Las dependientas.

No hay más que pasar por delante de esta pastelería una tarde cualquiera y ver las colas que se forman en su puerta para sospechar que te estás perdiendo algo gordo. Actúa, ya pensarás más tarde. No pierdas tiempo y ponte en la cola. Cuando por fin alcances el interior, es posible que el barullo de gente no te deje ver nada de lo que tienen en el mostrador. Y para cuando la presión te empuje hasta alguna dependienta, no habrás tenido ocasión de decidir qué quieres. Tampoco puedes pensártelo mucho, porque el resto de clientes esperan. Sospechas que ellos ya han tomado una decisión, pero no tienes espacio para dejar pasar a alguien y ganar así algo de tiempo. Y la gente sigue entrando en la tienda. Tic-​tac, tic-​tac.
Que. No. Cunda. El. Pánico.
Recuerda estas palabras, repíteselas a la dependienta y todo saldrá bien: 250 gramos de mini croissants de chocolate.
Listo. La presión desaparece, el flujo de gente continúa.
Ya eres libre.
Y estás a punto de ser más feliz.

Uno de los hornos más antiguos de la ciudad y con los mejores productos, tanto de pastelería como de pan. Muy recomendables los croissants y las ensaimadas, aunque todo lo demás también.
Ahora tienen un local cerca donde nos podemos sentar y merendar tan ricamente y con tranquilidad con los mismos productos de calidad.

Cocas, croissants, ensaimadas todo está de muerte. El Forn Mistral es posiblemente el horno mejor considerado de Barcelona. Hacen de todo y todo bueno y en pocos lugares ofrecen una variedad tan grande de panes. Tiene su fama y su prestigio muy bien ganados.