Le Tresor

Nunca un nombre fue más adecuado. Maravilla de las maravillas que, además, está escondido como corresponde a los tesoros.
Veamos, es una tienda de ropa de segunda mano. Pero ya quisieran muchas de primera, tener lo que tienen aquí. Y como lo tienen.
¿Qué os parece un Chanel auténtico por 200 euros? ¿O unos zapatos de Prada por 90?.
Pues así todo.
La chica que la lleva, que debe ser francesa por el acento, me cuenta que no admiten cualquier cosa, por bien que esté. Solo ropa exclusiva, de marcas estupendas, excepcionalmente conservada. Vamos… que los zapatos que miré no tenían ni la suela gastada. Se notaba que, quien fuera la dueña, no se los había puesto jamás.
Eso, lo de los zapatos es delicado, de acuerdo. Han de estar muy, pero que muy bien, para comprar unos de segundo «pie». Pero la ropa… ah, la ropa! O los cinturones. O los complementos. O los bolsos.
Me encantó el descubrimiento. Un tipo de local que echaba de menos y que no veía desde mis tiempos en Londres, donde proliferan (aunque allí, para comprar auténticas gangas ¡hay que ir a las parroquias!).
Si no tienes manías, para comprar ropa excelente que de otra forma –quizás– no podrías tener en el armario.
Para vender… puedes dejarla en depósito. Si se vende, ellos se llevan una parte y tu la otra.
Mi pequeño tesoro a partir de ahora.