Cinemascope

Soy absoluta y decididamente FAN de este sitio.
En serio, me encanta. Una especie de templo, de lugar de peregrinaje, de culto, hacia el cine y la sci-​fy de ayer y hoy. Uno sabe cuando entra en la tienda, pero nunca cuando saldrá.
Y es que es ponerte a mirar y no acabar nunca. Bucear entre revistas, fanzines, libros, posters, películas… Horas y horas invertidas en la simple contemplación de tesoros de los cuales habías oído hablar pero que nunca esperabas encontrar… y todo al alcance de tu mano.
Recomiendo encarecidamente ir acompañado de alguien que deteste todo tipo de expresión subcultural relacionada con este local. Así, antes o después, se cansará y os obligará a emigrar.
Sino, corre el riesgo de que tengan que echarte cuando cierren.

¡BIENVENIDOS! Como diría Miguel Ríos ¡HIJOS DE LA FICCIÓN! Esto ya lo digo yo.
Bueno, supongo que al estar situado en Gracia esta tienda puede vivir largo tiempo ya que su público gafapastil es el noventa por ciento del target de este lugar. Luego estamos los otros, los que alucinamos en 3D con cualquier tipo de rareza que tenga que ver con el mundo del cine o de los comics en general.
Especial mención merecen sus carteles de pelis, no hace poco me compré el de mi peli favorita Annie Hall, que ya preside la pared principal de mi cuarto.
Alucinante lugar, en serio.

Cuando tu novio es una de las personas que más sabe de cine del mundo y has apostado con él que conseguirás impresionarlo en este tema, el reto es serio. A grandes males, grandes remedios pensé yo, y acabé en Cinemascope. Yo definiría esta tienda como el templo de la ficción, en la que puedes encontrar cine, televisión, tebeos, pósters, camisetas… Ojeando todo lo que allí había (mucho, por cierto) decidí que lo mejor sería lanzarme a la piscina y en lugar de comprarle una película súper exclusiva, en blanco y negro y descatalogada en los 5 continentes, me decanté por un precioso póster de la película Emmanuelle que, sin ser una obra de intelectualidad suprema, me pareció una opción original; y acerté. Mi novio confesó sentirse impresionado por dos motivos: primero, porque nunca había visto ese cartel de Emmanuelle y segundo, porque no esperaba para nada que le comprase algo sobre una película erótica. Finalmente gané la apuesta ;) Ahora le toca a él sorprenderme invitándome a cenar. Si el sitio merece la pena (más le vale), lo comentaré.