Bagdad

Never sit in the VIP section. Drinks will be brought which you will have to pay for. These are about 40 pounds each, yours included, and one for the friend. As you can’t move as they are sat on you, it is a scam. The show is okay, but they are trying to rip you off as soon as they can. Strange usher characters lurk waiting to overcharge you at any moment. A real dark side to an otherwise great city.

Lets be real, this is an actual Real Live Sex Show. Worth the money and the stories to tell your friends. It is no Eyes Wide Shut but then again that was a movie.

The floor show is good and worth the entry.
However, leave it there. the hussle starts. Buy me a drink and no is not an acceptablle answer. Also, it is the bring my friend along as I will only dance.
Do like I did, get your refund and leave.

El otro día el padre Apeles reapareció en Sálvame. En la refriega dialéctica que estaba manteniendo (sólo así podemos calificarla), algún periodista (sólo así podemos calificarlo) deslizó con malicia la afirmación de que que el padre Apeles era cliente habitual del Bagdad, un local de perversión, malas prácticas y peor gente. El sacrosanto padre rápidamente puso las cosas en su sitio y negó haber pisado tan lujurioso local.
Asistí una vez al Bagdad por una coña entre amigos, pero creo que mis impresiones se pueden resumir perfectamente con la anécdota de arriba: el Bagad es lo que el padre Apeles entiende por cielo aunque jamás se atrevería a reconocerlo.

No hace mucho, y dada la profesión que tengo, me encargaron una serie de rodajes… para un programa concreto. Todos los locales que fui a gravar tenían un tema en común: el sexo. Una advertencia para los más morbosos: no era un programa porno. Era un programa que se emitía en una televisión pública. Aclarado. De hecho, en el programa no podíamos enseñar según que cosas (hay un código muy curioso… una sutil diferencia entre lo que es porno y lo que es erótico). Esta pequeña diferencia… nos costó muchos dolores de cabeza y dos neuronas menos, de tanta imaginación como le pusimos.
Porqué ir al Bagadad con una cámara, explicar que es uno de los templos del sexo en vivo de Barcelona, enseñar imágenes… y que no se vea nada explícito. Es una proeza prácticamente de ingeniería.
Lo conseguimos, claro. Y todo el equipo de rodaje pudimos entrar, ver y observar lo que sucede en uno de los locales que despierta más curiosidad de Barcelona. Hablamos con las actrices, los actores, estuvimos en los camerinos, en el show… y todo fue muy profesional. Juani de Lucía es una mujer que sabe llevar bien el negocio. Del Bagdad de Barcelona han salido grandes estrellas del porno, como Nacho Vidal. Un secreto: nos contó que en los primeros espectáculos en vivo el famoso actor porno tuvo, ni más ni menos, que 30 gatillazos seguidos. Toma.

You know Im born to lose, the gamble is for fools. But that’s the way I like it, Baby I don’t wanna live forever!!!
Mientras Motörhead rugía desde los altavoces de nuestro coche nos acercábamos al porno-​show más reputado de España. Generalmente no me gustan este tipo de spectáculos, pero si te invitan y la noche está reservada al ocio más canalla sin escatimar en gastos… qué demonios, lo disfrutarás seguro. De otra manera jamás habría entrado en este lugar, no por lo que es sino por lo que cuesta.
Llegamos ya tocados, pero jamás hundidos. Teníamos un buen ratillo antes del primer pase, de modo que seguimos empinando el codo y atendiendo otros menesteres nocturnos. Entramos eufóricos a la sala, vociferando como fieras cargadas de alcohol, anfetaminas y testosterona. Por un momento pensamos que no nos aguantarían en ningún sitio, incluído éste, pero nos equivocamos… las dos horas que duraba el show nos quedamos simplemente sin palabras desde que empezó hasta que terminó. Cuerpos imposibles contoneándose de la forma más adecuada para atrapar nuestra primitiva atención, poco a poco fueron calentando el ambiente hasta hacernos parecer niños que ven por primera vez una Playboy. Lo que allí vimos y sentimos nos dejó boquiabiertos, no en vano esta sala es famosa desde 1975. Son ya dos generaciones calentando braguetas, saben lo que hacen y gozan de prestigio internacional.