Para mí, la mejor heladería del municipio, aunque por supuesto no es perfecta. Por ejemplo, el baño es algo así como un cuarto de escobas encajonado en la pared, a mí me da un poco de pudor entrar ahí, así que me imagino que a una chica aun más. Por otra parte, no es común que una heladería tenga aseos; esta al menos tiene, así que lo dejaré en un «meh». Tampoco es que tengan mucha variedad de helados, eso sí, aquí el helado está de muerte, te pidas el sabor que te pidas. Son caseros, y eso da lugar a que tengan sabores tan peculiares como«fresón de Lepe». Con un producto tan fresco(Lepe está al lado) es normal que consigan un producto tan logrado. Además, no son de estos que a los 5 minutos ya se están derritiendo por todos lados. Aquí la refrigeración funciona. Para coronar todas estas virtudes, tienen los helados bastante baratos. Es difícil aparcar por la zona. Lo mejor es aparcar a 10 o 15 minutos y darte un paseo por el centro de Ayamonte, que tampoco está mal, y entrar en este establecimiento antes de llegar al puerto. Un pequeño tirón de orejas por esos errores en sus carteles en inglés, aunque la verdad, a mí me hizo más gracia que otra cosa. Será porque no soy inglés.