Ikebana podria ser un bonito café de esos de diseño moderno, muy colorido, con detalles en metal, lamparas fardonas, etc… si no se hubiera dejado un poco. Situado en la arteria principal de Alzira, su pinta moderna llama la atencion e invita a entrar. El fallo es que luego dentro… hay un cierto descuido en el detalle que desluce la buena primera impresión: neveras que parecen fuera de sitio, un cartel roto y no reparado, algun archivador lleno de papeles muy a la vista, y las absolutamente antiesteticas tragaperras… En fin, ni fu ni fa. El café correcto, volvere a probar otras cosas, a ver si se puede revisar esta reseña a mejor.