Torre Mora d’Albal

Ubicada en el cruce de tres pequeñas calles y bastante escondida para cualquier turista que se acerque por Albal, de hecho lo único que podrás ver de ella en la lejanía, es su gran «Senyera» hondeando en lo más alto. Esta torre de piedra, la cual es lo poco que queda de la antigua muralla árabe de Albal, tiene forma rectangular y está anexa a las propias viviendas del pueblo, colindando con una casa por su lado izquierdo y otra por la parte de atrás, con un pequeño parquecito formado por un balancín y un tobogán justo al lado.

Único vestigio de lo que fue en su díà la muralla de Albal (en árabe, «el secano»), esta pieza fue levantada para la defensa de lo que en su día se originó como alquería musulmana. Es muy curiosa su ubicación, ya que al haber sido conservada sin ningún pedazo más de muralla, aparece de repente en medio de una pequeña placita residencial del pueblo. Nosotras llegamos a ella gracias al Geocaching, pero desde las calles colindantes ya se puede ver en la lejanía su enorme senyera ondeando en la parte de arriba.
Más tarde, investigando su origen, descubrimos que es de hecho el edificio más veterano de todo Albal y por eso incluso protagoniza un tercio de su escudo de armas. Un descubrimiento muy inesperado y muy chulo de visitar, una pena que no se pueda acceder arriba, porque se debe de divisar el pueblo entero y parte de los vecinos.