Pastelería Strindberg

Conoci esta pastelería una vez que tuve que ir a hacer un trámite en Padre Mariano y casi literalmente me la topé, estando con un hambre del terror.
Los pasteles son buenos, abuntantosos y de precios convenientes. Lo que si, pregunta siempre cuales son los rellenos para que no te pase como a mi. Compré un repollito jurando que estaba relleno de crema pastelera y descubrí que el relleno era manjar. Exquisito, dulce, pero muuucho manjar.
Además de pasteles, aqui encuentras empanadas, sandwiches y galletitas

Si bien mis viejos nunca compraban tortas en esta pastelería, mis tíos sí. Así qué cumpleaños, santo, celebración, tecito improvisado que había, compraban (y todavía compran) tortas del Strindberg.
No sólo porque son muy ricas, si no porque tienen opciones (y no pocas) sugar-​free. Y como mi tío es diabético (y la diabetes en general corre por mi familia) siempre ha sido una buena opción de pastelería.
Prueben la torta Strindberg, es como una mezcla de muchas cosas, sabores y colores (casi como las chicas súper poderosas). Es enorme, pero muy rica.

Me gusta este local porque, aparte de ser barato, si vas a la hora de almuerzo te dan cositas ricas para picar. Tienen buenas opciones para comer bien y por poca plata, sobre todo en un sector dónde no encuentras nada a menos de tres mil pesos salvo que sea un queque y una cocacola, es decir, nada muy nutritivo que digamos.
En este local he comprado, por cerca de $ 1500, un quiche de pollo del que fácilmente comen dos personas. Al mismo valor está la torta de panqueques y verduras, entre otras opciones. Las empanadas son realmente ricas: recomiendo la de champiñon queso y la romana integral.
Las tortas son otra cosa y si tienes una ocasión especial en la que quieras encargar una, recomiendo la de lúcuma endulzada con stevia. Así que si lo que buscas es un almuerzo salvador, una rica empanada o una sobredosis de dulce, en Strindberg puedes confiar.

Por mucho tiempo, mi familia optaba por recorrer EN MICRO el trayecto de Peñalolen a La Florida sólo para comprar las empanadas más deliciosas de la vida. Es que de verdad nos encantaban. Lo curioso es que Stridberg no se caracteriza por sus empanadas sino por sus tortas, que son maravillosas.
Lo bacan de esta pastelería es que puedes mandar a hacer la torta que quieras, con la figura y sabor que sea y ellos siempre se lo toman como un desafío, nunca dicen que no ni claudican… y eso lo sé porque mi sobrino desde pequeño que pide tortas temáticas, y nunca lo defraudan.
Sobre los valores, no son de lo más barato de la vida pero comparado con otras pastelerías famosas son más económicos y absolutamente valen la pena. Nunca abusan del manjar ni la crema, nunca quedas con la sensación de comer sólo bizcocho, nunca te sabe demasiado empalagoso.
Lo mejor de todo, es que ahora tienen más sucursales… pero de ellas hablaré luego =)

Uno de los ritos culinarios que tengo es comprar el mejor strudel de manzana (lo puedes encontrar acá con y sin azúcar), y ver «Bastardos sin Gloria”(de Tarantino). Es que desde que ví la tensa escena de Shoshana, con el Coronel Hans Landa, con mi novio no dejamos de tentarnos y recordar estos exquisitos strudels.
Acá puedes encargar tortas, empanadas, comer pizzas, chocolates, helados artesanales, ensaladas. Aparte tienes una gran variedad de pasteles hechos con stevia, ideal para las que estamos a dieta o diabéticos.