Por Dios los tamaños de los sanguiches… Tanto el sanguich de chicharrón como el Inka estaban bárbaros. La salsa picante que pedimos en el de chicharrón(que nos avisaron que no era«tan picante») estaba perfecta, picaba pero sin dejarte resabio en la boca. El Inka lo pedimos con salsa de ajo y aceituna y genial también. Los mozos muy atentos, y la atención muy rápida. El mozo nos explicó qué eran algunas cosas peruanas y nos ayudó a elegir salsas.