Ándabamos mirando algún sitio para cenar y entramos casi por casualidad. Mirando la carta en la puerta uno de los camareros empezó a hablar con nosotros y el sitio nos dio muy buena espina, ¡no estábamos equivocados en absoluto!Una vez dentro, luces ténuas, musiquita en directo, comida excelente y un trato…