Este es uno de esos lugares que son una joyita en un rincón escondido de la ciudad. El local es muy pequeño, cuenta sólo con 4 ó 5 mesas, y no tiene un letrero afuera, así que para llegar, hay que conocerlo. Venden lo convencional de una taquería: de bistec, de pollo, alambres, quesos fundidos, y aparte otras…