Si vas pasando por la calle y de pronto una mano extendida te sorprende con un dulce regalo de deliciosura lo primero que debes hacer es desconfiar de tanta dicha regalada, inmediatamente debes olerlo y si comienzas a salivar por un macarrón, como a mí me pasó, muérdelo e inmediatamente entra a «La casa de la…