Yo que más quisiera llegar siempre desayunada a mi clase sabatina de alemán a las 8am. Pero hay viernes que se me atraviesa la felicidad y apenas llego a clase para decir Hallo, mein name ist Kartoffel.Así que a la hora del receso, muero de hambre y de todo. Afortunadamente, no soy la única. En esas ocasiones…