Tengo que admitirlo: la música de mis tiempos ya es retro, por decirlo de un modo actual, además de que a este lugar aún se le llama discoteca y no antro, y los otrora chavillos ochenteros que hemos entrado al Dominio ahora tenemos el doble de años, canas y kilos.Conocí Dominio gracias a que una amiga nos dio…