Vaya, otro cafecito en el centro de Tlalpan. No está mal, al menos no guarda las secretas intenciones de volarte los sesos con su pésima imagen, la promesa de una crápula, ni guarda en su interior procaces con el fin de esquilmarte, mentirte, engañarte. Chistoso, pues no es tan pequeño, pero a su lado, los…