Si algo extrañé por mucho tiempo de la cooperativa de la primaria eran las galletas que vendían a dos por un peso. Había de chispas de chocolate o lengüitas de gato espolvoreadas con azúcar glass, de esas que te dejan los dedos llenos de azúcar y no queda más remedio que chuparlos.Años después, uno de tantos…
Para comenzar con este establecimiento, me gustaría platicarles que por un trauma, en el que prefiero no indagar, no comí pastel de ningún tipo durante 12 años.Hablo en pasado por que hace poco más de 5 años, llegó a mi vida un lugar llamado «Pastelería Francesa», situado en Revolución Social casi esquina con…