Flipan todos los que van a Cuba con lo generosa y hospitalaria que es la gente.Pues es asomar mi cabeza a Babalù y el dueño ya me está invitando a un cóctel porque es su cumpleaños. No lo voy a rechazar, claro, y mientras me lo bebo veo que la carta tiene dos tendencias: la de ofrecer a los locales una cata de…