Vas de camino por la calle Cádiz, y a la altura del 45 te viene el olor a los zocos marroquíes. Huele a piel curtida, pura, y a esa mezcla de tintes. Esos olores salen de allí, de Baobab, porque esta pequeña tienda de marroquinería (¡qué palabra!) está bien repleta de artículos que bien podrías encontrar allí…