Mi nuevo guilty pleasure, el dueño es encantador, ha estado por medio mundo y sabe un porrón de idiomas. Majo como él sólo.Pero aquí se viene a comer y la comida es exquisita. Variedad: marisco, pescado, carne, arroces… hasta fideuá tienen, con lo buena que está.He estado solo una vez, pero amenazo con muchas…