Ayer y hoy queda exactamente en la esquina de mi laburo.Si bien al local solo fui una vez, son un millón las que pido que me manden la comida.La dueña, una señora con pocas pulgas a la que en el laburo la nombramos como «la vieja mierda» atiende en el mostrador y es también quien atiende el teléfono para los…