La Buena Vida

Me gustó. Está frente al cementerio y tal vez sea un poco creepy para una primera cita, ponele, pero es un lugar re tranquilo y te dan ganas de quedarte toda la tarde, el ambiente es muy hogareño, parece una casita de cuento con sillas y mesas de madera, muy linda decoración con esa onda de casa vieja restaurada. Tienen un pizarrón con opciones fijas para almorzar, muy tentadoras pero no probé ninguna porque fui solamente a merendar el lunes y me gustó tanto que volví el martes.
El café es muy rico, la limonada me encantó, probé un budín de peras y almendras súper húmedo, riquísimo, y tenían una barra llena de opciones dulces todas muy tentadoras, el tostado lo hacen en pan de molde casero y se veía rico aunque tenía una mitad blanca y la otra quemada, tal vez les funciona mal la tostadora. Tienen combos de desayuno y merienda a buen precio y, además de lo exhibido en la barra, hay algunas tortas del día que podés consultar ya que no son fijas.
La atención es buena, son muy atentos y eficientes.

Una esquina hermosa en una zona por la que ando mucho. Nunca almorzé, así que solo puedo hablar de los desayunos. Muy buen café, riquisimas medialunas y esmerada atención. Pero lo mejor es la tranquilidad que se respira. Dan ganas de quedarse 4 días ahí sentado. Super agradable.

No es malo si estas de paso y queres comer algo rico, pero medio pelo.
Pedimos unas fajitas de carne con ensalada (mucho aceite para mi gusto) y una milanesa con ensalada. Nada especial la verdad. Pensaba encontrarme con algo mejor. El servicio bien y el lugar muy lindo. Una contra es que esta en frente al cementerio.

Lugar ideal para desayunar tranquilo. Ambiente ideal. Excelentes tostadas y muy rico café.