Quiero mucho a mi pelo. Soy celoso de él, no me gusta que lo toque cualquiera. El único lugar donde me animo a cortarmelo es en en Pichi Coiffeur, una hermosa peluquería ubicada a dos cuadras de Devoto, en la entrada del tranquilo barrio de Saenz Peña(a tan solo una cuadra de la estación de tren San Martín). El lugar está manejado por la familia Bongiovani, todos laburan ahí junto a un staff completo de especialistas en peluquería, manicura, tintura y estilismo. Jamás utilicé otro servicio que no sea cortarme el pelo, pero por lo que escuché son muy buenos haciendo el resto. Los precios están bien para el gran servicio que brindan. Mi consejo es que se corten con Christian. También está Pichi, su padre, que corta igual de bien. El cortadito de la espera es una locura.