Rotisería Vegetariana Ángel

La mayoría de los empleados de oficinas y comercios, también los estudiantes tienen su rato para comer algo entre las 12 y las 14, al menos eso creo cuando en los locales hay hileras con gente de uniforme o traje o cuando las mesas de bares están repletas de gente que aprovecha el menú ejecutivo.
Por eso, la hora del almuerzo en el centro es todo tema. El otro día iba caminando por Sarmiento buscando algún kiosco que venda empanadas, sándwiches o ensalada de frutas, recordé esta rotisería.
La conocí porque una vez, mientras estábamos en la casa de un compañero estudiando para un final nos agarró un hambre terrible y los mates ya no eran una buena opción. Lo primeros que hicimos ante la urgencia, fue buscar en la cocina algo para preparar y seguir, pero no tenía nada. Así que, agarramos plata y bajamos directo al Ángel.
Menos mal que el arroz se había terminamos y pudimos ir. Esta rotisería es vegetariana, tiene en sus mostradores bandejas con grandes porciones de tartas, empanadas, comida china, taiwanesa y muchas verduras para armar ensaladas a gusto. Me acuerdo que había una especie de hamburguesa con tomate y zanahoria arriba, otras bolitas rellenas de espinaca similares a las empanadas.
La comida se cobra por peso, por lo que nunca sabes bien cuanto vas a gastar. Nosotros compramos tartas de espinaca, de calabaza y choclo para compartir entre los tres, nos salió bastante económico y eran riquísimas. Además, teniendo en cuenta la fama de estos lugares, esta rotisería es limpia, todo se ve higiénico y cuidado. Por ejemplo, uno de los dueños cuando nos respondió sobre una comida, estaba limpiando los mostradores y nos retó cuando tocamos sin querer.
Una muy buena opción para comer rico y sano.

Con mi hermana a veces al margen de vivir en la misma casa, se nos hace difícil coincidir para algo que nos encanta a las dos: almorzar. Entre trabajos, horarios de cursado distintos y demás etcéteras es casi imposible encontrarnos en casa a menos que sea un fin de semana. Por eso, para no perder la costumbre, nos encontramos en el centro, en un lugar que nos conviene a las dos, y casi siempre vamos a ésta rotisería, para comer algo que no nos caiga pesado y nos de ganas de dormir una siesta dominguera en pleno miércoles. Nos gusta porque tienen una gran variedad de palatos: comida china, taiwanesa, vegana, y vegetariana. Todo se ve recién hecho, fresco y casero. Hacen unas tartas que son una delicia, y cuando estoy tentada, compro tortilla de papas, mi preferida lejos.
El lugar es muy lindo, y se nota que prestan mucha atención a la presentación de los platos, y algo fundamental para éste tipo de lugares: a la higiene.
Una nota de color, venden unas cajitas con «galletas de la fortuna».