Rio Helados

Creo que ya lo dije en alguna otra reseña, pero por si no lo hice, lo repito acá: Rosario es la Capital Nacional del Helado Nacional (en serio les digo, hay un decreto presidencial y una ordenanza municipal dando origen al festival y todo) y cada vez que salgo a tomar helado pienso «con razón». Así que acá vuelvo, para hablar, otra vez, de una de las mejores cosas que le pasó a la ciudad.
La Río es una de las heladerías más viejas de la ciudad. A pesar de lo rico que son sus helados, que no tienen nada que envidiarle a los de algunas heladerías más conocidas, no todos los rosarinos han tenido la suerte de probarlos, ya que a diferencia de otras casas artesanales no se ha expandido en la ciudad, y en cambio se ha quedado con sus dos humildes y perennes sucursales: la de Mendoza y Constitución, que es también la sede de la fábrica, y la de Pueyrredón y Pellegrini.
Los helados de la Río son cremosos en el punto justo, no llegan a empalagarte nunca. Tienen mucha variedad de sabores, algunos más tradicionales y otros originales y únicos; yo, que no soy de innovar mucho, me quedo con le Baileys y el Dulce de Leche Granizado, aunque hay otra cosa que me gustan mucho de la Río: los candys, grandes y cremosos.
El local de calle Mendoza es bastante amplio, con bastantes mesas adentro (suelen tener todos los ventanales abiertos para que entre aire) y mesas en la vereda, aprovechando que la vereda de Constitución es ancha. Tienen servicio de cafetería y venden tortas (por porción, de las tortas comunes, y enteras las tortas heladas) y postres helados. Y ahora incorporaron productos nuevos, como los milshakes que ya son comunes en otras heladerías más grandes.
El contrapunto, para mí, siempre va a ser que es una heladería bastante carita. Igual, para darse un gusto, siempre está bien.

Uff… años pasé tomando helados en esta heladería, nunca los voy a olvidar. De chica me llevaban a la Rìo e Pueyrredòn y Pellegrini y nunca pude olvidarme del sabor de esos helados.
Es una empresa familiar, como la gran mayoría de las heladerías de la ciudad, y ésta supo expandirse de tal manera que es ya una heladería de renombre.
Sus helados son riquísimos, adoraba su dulce de leche granizado, creo que nunca mas probé uno que me guste tanto como el de ahí.
Rìo tiene tambièn tortas heladas de todos los sabores y tamaños, riquìsimas tambièn.
Los precios son moderados, pero vale la pena.
Su primer sucursal fue abierta en calle Pueyrredòn y luego se abrió la de calle Mendoza y Constitución, que actualmente es la mas concurrida.
La heladería se llama Río así que, obviamente, esta decorada de manera de que paresca un río y en su interior tiene peceras grandes con variedad de peces, lo que hace que se diferencie de otras heladerías y marque su estilo propio.

Llevada a cabo como empresa familiar, se puede ver a los dueños trabajar a la par de sus empleados. También hay que destacar que la atención a los clientes es muy buena.
Los precios suelen ser un poco caros, a mi forma de verlo pero los helados son muy buenos. Hace muchísimo que están instalados y día a día incursionan en implementar nuevas tendencias para permanecer en el mercado.
Con gustos clásicos, modernos y exclusivos, como el Chocolate E. T, que es en el único lugar que lo probé y lo vi en el listado. A veces hay otros sabores que no corren la misma suerte, como el Panna Cotta que duro muy poco a disponibilidad de los clientes.
Tiene dos sucursales, la primera que se fundó en Pellegrini y Pueyrredon, frente al Parque Independencia y la de Mendoza y Constitución. Ambas poseen unas lindas peceras con peces de colores y de imagen muy divertida, que entretienen a grandes y chicos mientras esperan su pedido.
Los clientes pueden tomar helados, candy, café y tortas en la época del año en que la que gusten.

Familia de heladeros, con una tradición que los abala por mas d e40 años, yo recuerdo como cuando iba a la casa de mi amiga al barrio Echesortu, moríamos de felicidad cuando nos decían, esa noche, helados.
El cartel sigue siendo exactamente el mismo, data de 1972, fecha que decidieron inaugurar en este barrio y desde aquí gestionar sus otros locales.
Su dedicación al producto, se nota en el sabor y la textura, cosa que sigo eligiendo pagando más caro que las cadenas que han surgido, apuesto por el helado tradicional y casi casero, porque sé que estoy pagando por algo diferente.
Más de una vez he encargado sus postres helados para algún cumpleaños o reunión de amigos, les aseguro que son increíbles. Las hacen de 6,8 o 10 porciones, con una presentación muy bonita y un gusto inigualable.
Siempre están ampliado sabores, s e pasan todo el año investigando y creando, este año me sorprendieron con algo exquisito, chocolate orange, increíble es poco.
También hicieron uno que se llama pannacotta y el de crema bayles que es para comprar un kilo.
Como no se quedan atrás, también tiene helados light que contiene menos grasa, cosa que a mí jamás me ha importado pretender adelgazar con un helado.
Recomendados por siempre, y ojala nunca saquen el cartel, aunque pintarlo si podrían.

Exquisitos helados en la ciudad!
Una de las especialidades de la ciudad, además de los pescados de río son los helados y cremas heladas, sin lugar a dudas Rosario se caracteriza por tener una amplia cantidad de heladerías con variedad y calidad.
Hace poco descubrí esta heladería en el cumpleaños de un amigo que optó por una torta helada para apagar las velitas, más allá de que me encanta el helado, las tortas heladas no me llaman mucho, sin embargo esta me encantó.
Un domingo por la tarde fui hasta una de sus sucursales en Pellegrini y Pueyrredón: me encantaron los increíbles sabores de gustos como el maracuyá, el capuccino y la crema chajá que es una bomba.
Para la segunda visita elegí ir a otra sucursal, un amigo me dijo «tenés que conocer la fábrica» así que allí fuimos Mendoza y Constitución. La heladería está conjunta con la fábrica y se puede ver la prolijidad y limpieza con la que se elaboran los productos. En esa sucursal elegimos una bandeja de tres gustos helados + furtas + candy + salsa, puro placer dulce en fruti cream (una crema de pulpa de frutilla y chantilly) marrón glacé (base de dulce de leche con castañas en almíbar y dulce de leche con ciruelas.
No dejes de pasarte por la río a desgustar estos sabores gourmet o sus nuevos smoothies (una especie de milkshake) de Baileys y Marroc.