Restaurante del Colegio de Escribanos

El lugar muy lindo por no decir histórico!!! Lo único malo que la edad promedio es de 70 años! Jaja no es malo pero es la verdad! Tienen una mesa fría muy amplia y fresca! Los platos calientes son clásicos pero muy abundantes y ricos! No recomiendo ir los viernes o sábados ya que esta muy lleno y tiene poco personal! Eso si es barato! Creo que es el lugar más barato del paseo del siglo para comer!!! Un buen dato no hace falta ser abogado o escribano para poder entrar!

Éste no es el típico restaurante al que entrás porque de afuera se veía «re lindo», o porque te pareció que el nombre «tiene onda». A éste lugar te lo tienen que recomendar o te tiene que invitar un escribano.
Cuando vas caminando por calle Córdoba no hay ningún indicio de que allí hay un restaurant. Tenés que entrar por una puerta chica de hierro negro. Apenas abrís, el piso desciende algunos escalones. Caminas por un pasillo bastante solemne cuya materialidad principal es el mármol claro. Por fín llegás a un salón amplio y luminoso. Allí se encuentra el restaurante. He tenido la oportunidad de ir dos veces. Una, a un cumpleaños de 50. Allí comimos muy bien.
La entrada estaba disponible en unas mesas emplazadas en un rincón del salón. Cada uno debía servirse la porción que comería las veces que lo desee. Para las personas mayores, el mozo pasaba con un carrito acercándole la comida para evitar que ellas se levanten. Me pareció un gesto muy amable y considerado. Luego el plato principal: pollo relleno con papas y una salsa blanca con mucho sabor. Si bien, en esta oportunidad, los platos ya estaban preestablecidos porque era una reserva con anticipación para varias personas, está la opción de elegir cualquier plato de la carta. Tienen desde carnes rojas hasta verduras grilladas. Variedad de opciones.
Nosotros seguimos con el postre. Esta vez el mozo con el carrito se acercó para todos ofreciendo una variedad de postres que los comensales podríamos tomar a elección. Yo me elegí el clásico flan con crema. Fue una buena elección porque era casero.
Además de tener un espacio adentro también tiene un patio interno con plantas para
disfrutar del aire libre. Este restaurante es el lugar preferido de mi abuela cuando sale a comer con las amigas. Se come súper bien, el lugar es muy cálido y la atención es buenísima.

Offf tuve la suerte de ir varias veces con unas amigas (dado que sus padres son escribanos) sino creo que jamas hubiera conocido este lugar… A quien se le ocurriaria que ahi abajo hay un restaurant!!!
Lo que me encanto de este lugar mas que nada es la atención, mozos de oficio que ya llevan muchisimo tiempo trabajando ahí te atienden de la mejor manera. Para la entrada podes servirte de todo en los platos frios, fiambres, ensaladas y tartas a gusto y piaccere todo bien sabroso y fresco.
En cuanto al plato principal del Restaurant del Colegio de Escribanos recomiendo las pastas a los cuatro quesos, cualquiera de las pastas rellenas ya que todas son increíbles. La parrillada y el asado también para disfrutar de excelente carne.
El restaurant del colegio de escribanos ademas tiene la mas completa carta de vinos y es un bello lugar donde ir a cenar al tiempo que disfrutas de su arquitectura!!!

Me encanta este lugar! Tiene de todo y los más gorditos nos hacemos un festín, porque las entradas son tipo tenedor libre, donde hay muchísima variedad, donde todo lo que ofrecen es realmente muy rico. Siempre vamos a festejar el cumpleaños de mi papá ahí y para la gente que le gusta comer es muy aprovechable pero a los que les gusta acompañarlo con un buen vino tengan en cuenta que son bastante caros, es útil el tenedor libre pero a veces la cuenta crece por la bebida que consumís.
Lo que tiene de bueno es que es abierto al público en general, tengas una relación con algún escribano o no, en mi familia no tenemos ningún vinculo de ese tipo y siempre fuimos bien recibidos. Las veces que he ido con amigas también nos han recibido muy bien, desde la recepción hasta los mozos que nos atendieron. Aceptan reservas y también reciben muy bien a quienes caen a último momento pero a veces esta tan lleno que no tenes lugar.
Queda enfrente de la radio 99.5 Del Siglo y su puerta es muy chistosa porque parece de una película de dibujos, es más pequeña que cualquiera que puedas encontrar en la misma cuadra y siempre tienen mucha seguridad, algo que me resulta raro pero es una creencia mía donde pienso que si hay un custodio es porque pasará algo malo pero reconozco que no tiene nada que ver una cosa con la otra.
Yo lo recomiendo notablemente para las comidas familiares y a la gente grande, abuelos o tíos de mayores de 50 les va a encantar. Es perfecto, limpio y agradable a la vista con respecto a su decoración y distribución dentro del salón.

Me es muy difícil puntuar este lugar porque me encantaba hasta la última vez que fui que me pasó algo feo. Entonces le pongo calificación al medio, no sé si está bien, pero se me ocurre que todo se compensa.
Fuimos al restaurante invitados por mi abuela a festejar su 87° cumpleaños. Vamos hace ya como una década a este lugar porque la comida es muy rica, la atención buena y el precio razonable.
Siempre somos una banda: entre hijos, nietos con parejas y bisnietos, solemos ser como 20. Este año llegamos con mi cuñado y le prohibieron la entrada porque estaba en bermudas y el Colegio no permite el ingreso con pantalones cortos. Aclaro que la bermuda estaba mejor que mi ropa, era de vestir, larga más abajo de la rodilla. Incrédulos ante esto, pedimos hablar con el encargado para explicarle la situación ya que nunca al reservar se había hecho mención a ciertas limitaciones al ingreso y nunca nos había sucedido algo así. Fue rotundo, el Colegio exige ropa formal a sus comensales. Sin saber qué hacer (porque el muchacho en cuestión vive demasiado lejos para ir a cambiarse y volver a tiempo), finalmente resolvimos con un primo que le ofreció ir hasta su casa y prestarle un pantalón (que le quedaba grande por lo tanto estaba casi disfrazado pero cumpliendo la norma). En el marco de la discusión llegué incluso a hablar con el presidente del Colegio de Escribanos quien me trató de una manera muy soberbia, no así el encargado que debo reconocer fue respetuoso y cuidaba su fuente de trabajo. La verdad es que esta situación nos amargó la noche y después todos nos sentimos muy incómodos de estar ahí, pero como no queríamos hacer pasar un mal cumpleaños a mi abuela nos quedamos porque ella había elegido el lugar. Luego recordamos que años anteriores nos habían llamado la atención porque mis sobrinos estaban jugando en el suelo. Y al fin y al cabo, había solo 4 mesas ocupadas, o sea que muy poca gente podría haber visto el tobillo de mi cuñado y escadalizarse por esto. Muy poca tolerancia y poco del siglo XXI para los Escribanos.
Al margen de esta situación, el comedor sigue siendo muy bueno. Hay una mesa tipo bufet para servirse a discreción las entradas frías, muy variadas. Luego ofrecen un plato caliente que puede ser de pollo, vaca, cerdo o pescado con crema o sala y guarnición. Para el postre también hay unas 5 o 6 variedades fijas y toppings de frutas en conserva para los helados.
Las mozas son superamables y trabajan muy bien.
Me hubiera encantado hacer una buena reseña del restaurante, pero estoy enojada con ellos.