Cuantos recuerdos me trae la Plaza Bélgica, siempre pasaba por ahi, o a visitarla o de camino al parque Urquiza. Esta plaza está ubicada en la esquina de las calles Zeballos y Colon. En frente de ella hay un kiosco, especial para comprarte algo fresco de tomar y sentarte en sus bancos de madera o sus mesas de cemento. Tiene un arenero cerrado con varios juegos, tobogán, sube y baja. Es bastante seguro para los niños. Es un espacio verde que cuenta con muchos árboles viejos. Entre ellos tiene un árbol de moras. Mis mejores recuerdos de niña eran pasar las tardes con mis amigos tratando de sacar las moras, juntándolas del piso. Mi mama siempre me llevaba un frasquito para poder llevarlas a casa, lavarlas y comerlas mirando los dibujitos. Pero la verdad que habia veces que no me aguantaba y me comia muchas moras en el momento. Cuantas remeras manchadas de moras mi mama tubo que refregar, la verdad que no se. Me gusta mucho esta plaza, la recomiendo para sentarse a tomar aire, estar entre la naturaleza y desconectarse siempre hace bien.
Lucas G.
Tu valoración: 5 Rosario, Argentina
Clavada en el corazón de Barrio Martin, la Plaza Bélgica es una plaza netamente paqueta, con ese tipo de elegancia digna de un barrio que maneja ese estilo y, a la vez, exponente de algo que no se ve mucho en la ciudad. Los bancos de madera, las verjas que cuidan el cesped, los faroles y el reloj de hierro fundido(uno de los de mejor factura de toda la ciudad) le dan el estilo. Es una esquina bastante grande con predominio del verde con algunos senderos de asfalto que la atraviezan, tiene algunos juegos para chicos, muchos árboles(se destaca por su gran ombú, algunas años atrás tenía uno aún más grande que murio) y las mesitas y sillas de cemento. Es un lugar especial para ir a descansar, de una belleza total, es ideal para leer un libro.
Federico P.
Tu valoración: 3 Rosario, Argentina
Este es uno de esos rinconcitos de Barrio Martin que vale la pena pasar y mirar. La plaza tiene su encanto, sobre todo si uno tiene 5 minutos para sentarse y desenchufarse del rítmo acelerado de la ciudad. Si bien no es una plaza nueva, fue modernizada gracias a la colectividad Belga en la ciudad e inaugurada junto al embajador de aquel país. En la misma de encuentran 3 ombúes, uno de ellos de los más antiguos y desarrollados(en un espacio público) que se encuentre hoy en día en Rosario y es por eso reconocido. Otras de las rarezas de esta plaza es su reloj«Público». Fue este reloj el que se usó de prueba en 1937, para 6 años más tarde instalar 11 relojes más en todo Rosario y así poder brindarle el servicio de la hora pública a los ciudadanos(en esa época la gente no tenía acceso a este servicio de manera frecuente, tener un reloj era un bien suntuoso y prohibitivo). Hoy en día, quedan muy pocos en pie en toda la ciudad y ese es uno de ellos. Así que si pasan por Plaza Bélgica, no se olviden de visitar el Reloj Público y disfrutar de la sombra de los Ombúes.
Ileana G.
Tu valoración: 5 Rosario, Argentina
Me encanta esa plaza! Por mi zona tenemos mucho verde, así que me choca mucho edificio junto cuando estoy por las zonas más céntricas de la ciudad. Por suerte existen plazas como esta, para ponerte un poco de vida a tanto cemento. En esta plaza pasé muchos mediodías, resulta que mi escuela secundaria queda menos de cuatro cuadras de ahí, entonces, cuando teníamos doble turno nos comprábamos un sándwich de milanesa y una Coca Cola entre varios, y nos íbamos a la plaza a almorzar. Es una plaza pequeña, que no ocupa ni un cuarto de manzana, tiene muy pocos juegos, y a mi modo de ver, su mayor atractivo son los árboles gigantes que tiene. Lo que más me gusta son sus paredes lindantes: decoradas con una combinación de arte urbano y enredaderas, constituyen algo que le da un toque especial a la plaza. Rinconcito ideal de la ciudad, para sentarse de «bajar un cambio».
Laura P.
Tu valoración: 3 Rosario, Argentina
En la esquina de las calle colón y zeballos, frente a los edificios típicos, se encuentra esta hermosa y antigua plaza, con un inmenso árbol que pareciera dar vida a todo lo que lo rodea y un camino de cemento, que corta por el medio, con una fila de faroles que iluminan cuando cae la tarde. La plaza es un lugar de encuentro más para la gente de aquí, algunos vienen con sus perros a pasear y otros, parejas de ancianos por ejemplo, se sientan a disfrutar del pasto y el cielo en las horas que el calor afloja. Posee un arenero con hamacas, un tobogán no muy alto y un sube y bajas para que los niños puedan jugar mientras sus padres descansan, este está encerrado con rejas de color rojo así los animales no lo ensucian. Además, tiene unas mesas hechas de cemento que se hallan bien en el fondo, ahí se posan algunos estudiantes a leer durante las tardes, supongo que para no sentir tanto el encierro en sus departamentos. La Bélgica tiene arbustos con flores rojas, rosas y amarillas, grandes plantas y los pastos algo crecidos, sin embargo muchos vecinos la mantienen limpia para que siga siendo un lugar a gusto.