Panificadora Imperio

Eran pasadas las once de la noche y nosotros volvíamos a Rosario por la ruta 9. Esta ruta, desde el sur, se convierte en calle Ayacucho, una de las entradas a la ciudad.
Yo tenía que estar en la casa de mi amiga antes de las 12 para salir a festejar su cumpleaños. Estábamos muy ajustados con el tiempo pero quise bajarme en una panadería que (curiosamente) parecía estar abierta a esa hora de la noche. Digo curiosamente porque, en esa zona, los locales acostumbran cerrar antes de las ocho.
Aunque las rejas estaban bajas, había gente adentro haciendo compras. Yo pensé en comprar algunas masas y facturas para comer en el desayuno, al regreso del boliche. ¡Qué suerte!, pensé. Encontrar una panadería abierta a las cinco de la mañana en el centro iba a ser difícil. Así que compré algunos hidratos de carbono para «la quinta comida».
Mis amigas me lo agradecieron a las seis de la mañana, cuando empieza a picar el hambre en ese horario tan extraño que se ubica algunas horas antes del desayuno.

No exagero cuando digo que en mi casa somo adictos al pan. Todos, incluida la perra, que desayuna y merienda hidratos de carbono a la par nuestra y que nos hace una fiesta cuando nos ve llegar con una bolsa de varillitas.
Tenemos la fortuna de vivir en una zona donde tenemos (a ver, déjenme contar) cinco panaderías en un radio de cinco cuadras, más despencitas, quioscos y supermercados de barrio que venden pan y facturas. Hasta ahí todo divino, hasta que te pasa que un domingo a las dos de la tarde te diste cuenta que no va a alcanzar el pan para el asado. O hasta que un martes querés merendar con medialunas y las panaderías ya no tienen nada. O… Uds me entienten.
Por eso el día que nos dimos cuenta que en Ayacucho casi Av. del Rosario estaban poniendo una panadería, fuimos felices. Por eso el día que la panadería abrió y fuimos y nos enteramos que estaba abierta 24 hs. y que tenían pan, facturas, masas y de todo, TODO EL DÍA, TODOS LOS DÍAS, fuimos más que felices.
El dato: además de pan, facturas y masas, venden tortas y tienen rotisería (empanadas y tartas, muy ricos, aunque un poco caro comparando con los precios que se manejan en el barrio. Igual, obviamente, el precio queda compensado con que un domingo a la noche no tenés nada que cocinar o no tenés ganas, y ahí está la Imperio para solucionarte la vida).
Mi recomendado: las medialunitas de grasa y los bizcochos.

Estábamos yendo para lo de una amiga a comer un asado, y mi hermano me manda un mensaje, sábado a las 10 de la noche, «traigan el pan». Lo quería matar, ¿dónde conseguía? Doblamos por Ayacucho, y justo pasamos por una panadería, imaginen mi alegría cuando entré, y no solo vi que tenían pan, sino que cuando pregunté hasta que hora estaban abiertos, me dijo que era 24 horas! una panadería 24 horas a 5 minutos de mi casa! Emoción!!!
No falto oportunidad para saber aprovecharla. Un sábado mi mamá invitó gente a cenar, y a las 12 de la noche se les dio que querían Chajá, se sorprendieron bastante cuando volvimos con uno al ratito. No lo probé porque ese día me sentía mal, y en casa se ocuparon de que no quede ni un poquito!
Otro día pasamos a comprar unas porciones de torta, para tomar con café, no erran feas, pero no eran la gran cosa… En fin, es bueno saber que está ahí, «para emergencias»

Le hubieran puesto «el imperio del pan», y sin probar nada de lo que venden, sería el cliente número uno de esta panificadora.
Además, está las 24 horas abierta.
Y como si fuera poco, a penas pones un pie en el local, te reciben tenes como 6 voces al gritó de: «¿salvado, o común?», «¿dulce, o saladas?», «¿de grasa?»
¡PAREN MANIJAS!
Encima todo lo que probé, nunca me decepcionó. Tampoco probé mucho, pero si lo que más se lleva la gente. Media lunas, y pan. Las dos cosas muy ricas.
Así que sí se les olvidó comprar pan para el asado, por más que sea cualquier hora piensen en Imperio. Siempre abierta, y con gran atención a todo su público.

Vamos a ser claros, directos, precisos, concisos, un poco exagerados y quizás también un poco flasheros.
No puedo hablar mal de una panadería. Amo el pan. Amo las facturas. Amo las medialunas, especialmente si son saladas. Creo que el pan produce adicción en la gente, y si no me creen pueden ver este video y comprobarlo:

Si encima que las panaderías son lo mejor que le pasó a la historia encontrás una que hace unos productos riquísimos, que vende al por mayor, ¡QUE ESTÁ ABIERTA 24 HORAS! y que queda en una zona bastante comercial y de paso para muchos trabajadores, ¿Hay algo que agregar?
Compren ahí. Coman el pan, comanseló, tienen que comer el pan… AAAAA, aaaahahaha, ahhh, ¿sabe rico verdad? Pues para que sepan que es el pan del que es bueno.