Mamá Vieja

A Mamá Vieja yo le voy a poner 5 estrellas, porque cuando vamos con mi banda de cumbia la pasamos joya, y somos re recibidos. Podemos llevar a nuestros amigos, tomar cerveza bien fría y fumar sin prejuicio al genero y a nuestros bien modos.
Contamos con salas amplias, acogedora comodidad, y ningún problema en el sonido. Como si fuera poco, siempre hay un muchacho atento a ofrecer una mano, recomendar detalles, y poner instrumentos y cables a disposición.
Con lo que hacemos y todos los que somos siempre nos sacan rajando de todas las salas que se creen dueñas de la música y el oído de la ciudad.
Así que señores, no más problemas. Sí están parado como nuestra banda, solo hace falta saber que Mamá Vieja existe.

Si necesitás buscar una sala de ensayo para tu banda, esta sala es súper recomendable!!! Cuenta con tres salas de ensayos completamente equipadas con guitarras, bajo, batería, consola y hasta siete micrófonos por sala.
Las tres salas están climatizadas y tiene servicio de bar para degustar unas cervezas bien heladas mientras transcurren los ensayos en este galpón de calle Sarmiento casi esquina La Paz.
Hay muy buena onda en La Mama Vieja y el ambiente es por demás de plural, ya que no hay prejuicios a la hora de admitir qué bandas pueden ensayar y cuáles no. Lo comento, debido que en ciertas salas de ensayos de la ciudad, existen prejuicios según el estilo de música que hacen las bandas, y se acepta o se rechaza ciertos estilos como el punk, la cumbia o el heavy; y realmente es un bajón que te cierren las puertas a la hora de expresarte.
Por ello, es primordial que agenden esta sala y sepan que serán bien recibidos hagan el estilo musical que hagan, y muchas gracias Mama Vieja por bancar a tantas bandas rosarinas!

Mama Vieja es una sala de ensayo conocida en el mundillo musical. Es que cuenta con varias salas, algunas más chicas, bien climatizadas y ambientadas.
Las salas más grandes tienen hasta un sillón para zapar desde allí, o por si algún invitado decide ir a escuchar tus ensayos. Las salas están muy bien sonorizadas.
Un detalle importantísimo, y más aún en verano, es que las rubias están heladas. Te dejan ingresarlas a la sala mientras ensayas, y no son caras.
Lo único malo es que dependiendo del operador que esté de turno, te topas con que a veces se olvidan de tirar desodorante de ambiente entre banda y banda, y cuando toca tu turno te llevás una malolienta sorpresa (en el ensayo de anoche pasó, había olor a pata).
Pero bueno, la verdad es que las salas cuentan con todo, no son caras, y siempre conseguimos que nos reserven en el horario que a nosotros nos viene bien. Eso es muy difícil de conseguir en Rosario. Hay pocas salas, y casi siempre están ocupadas.
Cuenta con un patio trasero donde se puede fumar, y te proveen de todos los instrumentos, cuerdas, mic, atriles, púas, todo lo que necesites para que tu banda la rompa.