La Gloria

Si hablamos de las tradicionales heladerías de Rosario no podemos olvidar mencionar a La Gloria.
Ubicada en barrio Echesortu desde hace ya bastantes años, ésta heladería es un clásico del barrio y de la ciudad en sí. Aunque no sea de las más famosas o de las de más alto estándar, les aseguro que sus helados son mucho más ricos que los de muchas marcas populares.
Son cremas artesanales, fabricadas ahí mismo. Y gracias al excelente manejo de sus redes sociales todo aquel que entre a su página de Facebook puede ver las novedades de sabores y el proceso de elaboración de estos helados.
Todo el tiempo agregan algún que otro sabor nuevo para innovar. Y poseen muchos que en otros sitios no los encontramos ni de casualidad, como Maracuyá, Mousse de limón, entre otros.
La atención es excelente. Los mismos dueños atienden y tienen un amor hacia su trabajo y hacia los clientes que inevitablemente te dan ganas de volver.
Me encanta esta heladería, es una de mis favoritas.

Gente esta heladería es otra cosa, aquí, hace no mucho tiempo volví a comer helado luego de un largo periodo sin hacerlo. En las recientes semanas me mande un periplo de heladería en heladería hasta que encontré una que si te dejan contento y conforme con lo que compras.
Realmente ahora si estoy mas que seguro que las heladerías artesanales son el lugar a elegir, las Gridos, Buen Humor y demás no son competencia en cuanto a sabor con La Gloria.
Ubicado en un barrio fuera de lo que es circuito centro, este local en particular no es grande ni mucho menos pretencioso. Un establecimiento de fachada humilde y atendido por sus dueños. Los helados son hechos en el lugar mismo, todo casero. y la verdad que vienen muy cremosos.
Tampoco es un lugar caro ni mucho menos, ademas por que el sabor en si es lo que uno paga y su tamaño, algo muy bueno es que cuentan en derretirse y no andas chorreándote todo como un pelotita.
¡Recomendado a full!

Es un clásico en barrio Echesortu por su antigüedad y clientela. Además, de los precios que son muy buenos. Compiten con los de Grido y estos son artesanales.
La heladería es chiquita y su decoración está lejos de los lujo pero todos la elijen por trayectoria, calidad, limpieza y precios. Además, tiene colegios y club a pocos metros de distancia.
El producto lo fabrican allí mismo. Y se van innovando al ritmo que lo exige el mercado.

Antes de que aterrizaran las heladerías Grido en la ciudad (y en el barrio), en la zona del club Echesortu había dos heladerías: la tradicional, popular (por lo conocida, digo) y de calidad heladería Rio, en la esquina de Mendoza y Constitución. Y después había una heladería más chiquita, medio caída abajo y desconocida por los que no eran del barrio, llamada «La Gloria». ¡Que placer era salir del club en los días de mucho calor e irnos con el pelo mojado y en ojotas a tomarnos un helado a La Gloria!
La heladería tiene montones de años y todavía sigue siendo atendida por sus dueños. Los suyos son uno de los helados artesanales más ricos y de mayor calidad de la ciudad, pero además, y nada menor, es que no son nada tacaños en el tañano de los helados, que siempre resultan enormes. En la relación tamaño-​precio, el cliente siempre sale ganando.
Mi sabor preferido de esta heladería es el dulce de leche granizado, por la sencilla razón de que el dulce de leche está hecho en su punto justo, lo suficientemente cremoso para ser una delicia pero no tanto como para empalagar, y porque los trozos de chocolate son realemnte TROZOS de chocolate. Nada de ese granizado pequeñito e insignificante. Además tienen algunos sabores nuevos que no se consiguen en todas las heladerías: maracuyá, baileys (crema irlandesa), chocolate amargo, crema de higo y de kinotos, por ejemplo.
Así que si estás por el barrio, yo te avisé, ¡pasate por La Gloria a comer algo rico!

La mejor heladería artesanal de barrio Echesortu. Hace muchísimos años que esta ubicada en el mismo lugar y sigue siendo la preferida de muchos, a pesar de contar con muchisima competencia a lo largo de la calle Mendoza, la rodean Grido y Tengo con sus muy baratos precios y Río con su calidad de cremas.
Una vez pase por allí y entre a comprar un helado, me puse a hablar con Humberto, su dueño sobre los gustos y que me recomendaría probar, además de que yo hacia hincapié en lo mucho que me habían sugerido probar sus productos y cuando me termina de servir lo que había pedido me di cuenta que no tenia la billetera en el bolso, moría de vergüenza y le dije que me disculpe. Él señor muy lejos de ofenderse me dijo que me regalaba el helado, que no había problema, que cuando volviera a pasar por ahí se lo pagara pero que lo lleve igual, que a él le interesaba que a mi me gustara. Juro que no podía creer lo que me estaba pasando, por un lado el momento incomodo que me dio no tener dinero para pagar y por otro lado me estaba regalando su trabajo.
Fabricados ahí mismo, en sus redes sociales los clientes pueden ver el proceso de elaboración a través de las fotografías que suben. Es atendido por sus históricos dueños que se mantienen vigentes en la industria como el primer día que decidieron arriesgarse a esta apuesta. Es elegido por los vecinos y lo que no habitan por allí cerca seguramente escucharon los comentarios acerca de las exquisiteces que crean y comercializan. Me encanta ver como pudieron hacerle frente a los grandes cambios a los que tuvieron que someterse debido a la competencia, o la inflación, la economía del país. Que estén instalados hace mucho tiempo no significa que sean antiguos, sino todo lo contrario innovan siempre que pueden sin descuidar la premisa fundamental de la empresa, que es ser distinguidos por su originalidad en lo artesanal.
Los precios están a la altura de la calidad del productos y deberías permitirte probarlos, no te vas a arrepentir, te lo aseguro.