La cocina de Pirula

Pirula es una genia cocinando. Pirula o sus ayudantes de cocina. La cuestión es que esta rotisería siempre nos salva las papas (o nos prepara las papas) cuando estamos sin tiempo o sin ganas de cocinar. Tengo una amiga que vive muy cerca del lugar y la parada en este local durante los mediodías o las noches es un hecho.
Este local es chiquito y verde. El color le da un halo de frescura al espacio, mucho más teniendo en cuenta que se trata de una propuesta gastronómica. La carta es variada y abundante. Además de las clásicas empanadas o tartas, cuenta con otras opciones como los wok. Éstos son mis preferidos. Tienen un precio súper moderado y el sabor es riquísimo. Con poca plata comes muy bien y rico. Además las comidas son muy caseras. El wok vegetariano es mi elección predilecta.
También hay opciones de ensaladas que suelo pedir los mediodías porque es la comida más liviana. Así es posible seguir sin que la modorra te ataque de lleno a las dos de la tarde.

Lo mejor que encuentro de este maravilloso lugar es que la comida que ofrecen es, prácticamente, comida casera. Y lo digo de verdad, más de una vez me ha salvado un terrible ataque de hambre y, no sé si como mamá, pero les aseguro que el plato que me ofrecieron era tan rico como los que me prepara a veces mi abuela o mi tía.
El lugar es chiquito y tiene una mesa con 2 sillas ultra pequeñas en la puerta. Un detalle muy pero muy bonito, sobre todo porque le da a todo un aire minimalista que suma muchísimo a a hora de la cocina.
No es una rotiseria convencional, ya que también ofrecen platos vegetarianos tanto rápidos como elaborados.
Es un buen lugar para zafar, pero además es un buen lugar para retirarse nos instantes de la rutina y sentirse bien.
Lo recomiendo.

Una buena opción para zafar los mediodías en el medio de la jornada laboral o las noches sin ganas de cocinar pero sí de comer algo rico. La cocina de Pirula es una rotisería en el barrio Pichincha con delivery en la zona delimitada por Avellaneda, Mendoza, Br. Oroño, Vélez Sarsfield y el río. También se puede retirar en el local.
Se presenta con una cocina tradicional y gourmet porque tiene algunas cosas más elaboradas. Aunque su oferta no es muy amplia, hay varios platos para elegir. En general son simples, hay ensaladas, tartas, milanesas, especialidades con pollo o merluza, vegetales y woks y guarniciones de papas con diferentes salsas. La diferencia está en los detalles: agregados de semillas, condimentos como curry y originales combinaciones de sabores.
Suelo comer mucho sus tartas, que son muy ricas, la masa es casera y están bien sazonadas lo cual las hace sabrosas. Lo que me resulta muy práctico es que las venden enteras, entonces podemos compartir con mis compañeros de oficina (tres mujeres comen bien con una). La de acelga y bechamel es riquísima y liviana; por su parte, la de cebollas y mozzarella es deliciosa pero un poco más pesada. Hay 8 sabores de tarta para elegir y la venden calentita.
Para los mediodías preparan diferentes menúes diarios. Está la posibilidad de pedirlo con postre y bebida o sin.
En su fanpage de Facebook van publicando los menúes y otras noticias culinarias: