La Casa del Chipá

La Casa del Chipá es mi parada obligatoria cuando luego de caminarme todo el centro, vuelvo a casa muerta de hambre. Ubicado en un pequeño negocio de calle Corrientes, este lugar saca suspiros a más de uno que prueba sus productos.
La producción es 100% casera y no solo se caracterizan por tener los chipás más ricos, calentitos y de buen tamaño de la ciudad, sino por su gran variedad de productos para celíacos (algo poco común en la ciudad) y sus otras elaboraciones de panadería, como los alfajores de maicena, santafesinos y de chocolate, los sándwiches frescos para aquel que necesita almorzar a las corridas, las masas de pizza y las galletitas varias para la merienda. También tienen productos de heladera como bebidas, yogurt y ensaladas de fruta.
El precio es carito, pero la calidad de los productos es excelente, por lo que valen cada centavo, además hay veces que tienen ofertas. La atención es espectacular, siempre son muy pacientes y amables y te recomiendan cosas nuevas, como productos para celíacos que uno nunca en su vida probó pero que son DELICIOSOS.
La Casa del Chipá es un clásico de la ciudad, con una producción de excelente calidad, que no podes dejar de probar si estas en Rosario.

La Casa del Chipá es famosísima por sus chipás, obvio. Pero más allá de vender la típica bolsita de 10 chipás tiene muchas otras cosas más.
Todos los productos que venden son libes de TACC (trigo, avena, cebada y centeno) que son todas las harinas que tienen prohibido comer las personas que sufren de celiaquía. Todos los productos son libres de gluten. Me interesa mucho la cuestión de la dieta y del cuidado de la salud, estuve investigando un poco y resulta que el gluten es riquísimo pero no nos hace tan bien, más allá de ser celíacos o no.
En este lugar podrán encontrar harina de mandioca, empanadas, facturas, pan, alfajores, chicitos, galletitas dulces y saladas y todo lo que se les ocurra pero libre de gluten. Lo bueno es que si somos celíacos pedimos una factura de nuestra compra y la podemos presentar en nuestra obra social y nos reintegran algo de dinero. Como todas estas cosas, no son baratas en comparación al supermercado.
Muchos productos son de elaboración artesanal, las facturas, el pan, el chipá, las empanadas, las pre pizzas. Son frescos y de muy buena calidad.

La casa de chipa es un lugar pequeño de corazón grande, ubicado sobre la transitada calle Corrientes, que invade la vereda con un tentador aroma a casero.
Si estas con un poquito de hambre, en mi caso en todo momento, y pasas por aquí es casi imposible decirle que no a una bolsita de las deliciosas bolitas de queso que tanto la caracterizan.
No por nada se llama la Casa de Chipa!!!, el precio es algo caro pero lo laven, vas a darte cuenta cuando los degustes. Hay muchos puestos de chipacitos por las calles pero este se lleva el premio sin dudarlo.
Si bien el local es pequeño pero la variedad de productos es grande. Se puede encontrar otro tipo de planificaciones, lengüitas saborizadas, alfajores y sanguchitos, El chipa seria la carnada, después de eso entras, preguntas precios y terminas comprando algo mas.
Voy a ser franca y reconocer que siempre que me puedo desviar para esta dirección termino comprando una bolsa y una pritty limón, no me pregunten porque pero esa combinación es la típica en mis salidas al centro. Después de una hora de querer comprar alguna cosa en el centro y no conseguirla, ahogo mis penas en esto, jaja.

La Casa del Chipá es uno de esos lugares que uno agradece que existan en la ciudad. Porque, ¿dónde comprar verdadero chipá, si no es en la feria de La Pérgola o en la del Boulevard los fines de semana? Está la vendedora de chipacitos en la peatonal, es verdad, pero a mí no me engañan: un chipacito no es un chipá.
Me ha pasado mil veces de estar en el centro haciendo compras o trámites, que me agarre hambre y en lugar de comprarme un alfajor o una barrita de cereal para salir del paso, caminar decididamente hasta la Casa del Chipá a darme un gusto.
El lugar se llama así porque algún nombre pegadizo tenían que ponerle, pero la verdad es que tienen muchas más cosas que esa. Venden una variedad de cosas dulces (alfajores tipo artesanales, maicena, de chocolate y santafesinos, piononos, galletitas) y saladas (sándwiches y panes saborizados, pizzas individuales, todo de elaboración propia); e incluso tienen una heladera con yogures y ensaladas de frutas, Algo para destacar es la variedad de productos para celíacos que venden, que no es muy usual de ver en la ciudad. Y obvio, gaseosas y jugos para bajar todas esas cosas ricas que te comés con los ojos apenas entrás.
Igual, para mí, la gloria sigue siendo entrar y que haya chipá recién sacado del horno esperándote en la canasta del mostrador.

El aroma a pan recién salido del horno, a gallletitas y otras especialidades se hacen irresistible en el paso por calle Corrientes. Aunque, muchas veces pasa desapercibido a los ojos del caminante porque es un lugar chiquito, con un cartel en la pared sobre el negocio que anuncia su nombre y un vinilo con el logo que lo acompaña sobre la vidriera.
Más allá del nombre, la casa no es solo de chipá. Aquí, se pueden comprar masas secas, alfajores santafesinos, de maicena o chocolate, conitos de dulce de leche, las clásicas pepas de membrillo o piononos y tartas dulces. Para los que prefieron los salados, hay roscas o masitas de quesos, panes saborizados, de semilla, pizzas, sándwiches y claro que las mencionadas bolitas de harina de mandioca y queso.
¿Mis preferidos? Estos últimos! Los chipá son riquísimos, son grandes y de mucho sabor. Además, su costo es razonable gracias a la calidad de los mismos y generalmente te hacen algún combo o promoción.
El lugar también se caracteriza por fabricar productos para celíacos. En las repisas vas a encontrar de todo, incluidas mermeladas o harinas que no están en otros lugares y si tenés alguna duda, podés preguntar que ellos te ayudan.
Por todo esto, no hay nada mejor que después de un paseo o trámite por el centro, pasar por acá y elegir con qué vamos a acompañar el mate.